lunes, 31 de enero de 2011

GEORGES DE LA TOUR

Georges de La Tour
Pascal Quignard
Traducción de Abraham Gragera
y Ruth Miguel Franco
Pre-Textos, Valencia, 2010


   El sugerente arranque de Georges de La Tour plantea una propuesta escénica: “En 1600, en Vic, un niño de siete años, mientras permanece ante un horno de panadero, ignora que va a consagrar su vida a eso: a poner al hombre frente a sí mismo con la ayuda de una llama”. Esa escena obsesiva   que prefigura en la infancia los parámetros generales de la existencia adulta constituye el motivo central de la pintura de Georges de la Tour, máximo representante de la escuela naturalista en el Barroco francés, cuya técnica abruma por la minuciosa acumulación de detalles, los colores vivos y vigorosos, la verosimilitud, y por organizar toda la composición de la tela a partir de una fuente de  luz  manifiesta u oculta que descubre sombras habitadas y establece con el espectador un diálogo directo.
  Pascal Quignard rompe con la biografía tradicional y organiza el libro en mínimos capítulos sin una hilazón cronológica. Son teselas de un colorista mosaico que a ritmo lento se van complementando. Los datos reales documentados se entremezclan con juicios de valor y atinadas reflexiones sobre las obras de arte. Es la metodología más empleada por el escritor que ha publicado más de una veintena de pequeños ensayos en los que la ficción se mezcla con el pensamiento.  Los cuadros evocan, insinúan estados de ánimo, proporcionan historias, nos dejan personajes  y nos plantean dudas sobre la propia existencia.  Pero además explora el contexto histórico, el jansenismo y la Contrarreforma que convirtieron Europa en un yermo de sangre durante décadas.
   El cine contribuyó a incrementar la popularidad de Pascal Quignard, llevando a la pantalla grande  a dos de sus novelas, Todas las mañanas del mundo y El lector. Esta propuesta narrativa, en una trayectoria consolidada por el Premio de la Crítica o el Goncourt,  aparece como un libro de género incierto; redescubre a un pintor clásico, muy tardíamente valorado que buscó el misterio de lo doméstico entre la noche y el silencio, en el humilde resplandor de una vela.

domingo, 30 de enero de 2011

FOTOGRAFÍA

Aquellas instantáneas en blanco y negro, hechas de contraluces y sombras, han dejado paso a la inmediatez de las cámaras digitales y al color urgente de lo cotidiano que preserva el recuerdo en imágenes. Me llegan ahora las fotografías de la presentación de "Mapa de ruta"  en el Centro Cultural Federico García Lorca de Rivas. Selecciono una e incluyo un pie de foto, una reflexión que hace justicia a lo sentimental.


Con Luis García Montero, poeta y director de la colección Maillot Amarillo, donde amaneció "Mapa de ruta". Son abundantes los encuentros personales con Luis en los últimos años. Conozco su obra desde el inicio de su escritura, cuando a comienzos de los años ochenta el Premio Adonais nos dejó el primer plano de una voz nueva, dispuesta a renovar la tradición. Después el poeta ha realizado un largo viaje hasta situarse en la primera fila de la lírica contemporánea.
Él es el responsable de mi inclusión en Maillot Amarillo, un catálogo compuesto por Rafael Alberti, Carlos Barral, Javier Egea, Joan Margarit, Carlos Marzal...nombres propios de la mejor poesía de nuestro tiempo.






viernes, 28 de enero de 2011

PRESENTACIÓN DE "MAPA DE RUTA" EN RIVAS

   Desde 1989 vivo en Rivas-Vaciamadrid, un municipio del sureste de la comunidad, a sólo quince kilómetros de la capital, lo que ha facilitado una insólita expansión urbanística. En estas dos décadas, la fisonomia del entorno ha sufrido una severa  mutación; todo el páramo se ha urbanizado y el paisaje de grúas y andamios ha germinado en construcciones de adosados, polígonos industriales y centros comerciales.
Aquí ha crecido mi poesía, un itinerario con siete estaciones que inicia "Rotonda con estatuas" y concluye, hasta la fecha, "La noche en blanco".
 "Mapa de ruta" es una antología  que compendia casi un centenar de poemas. Se presenta en Rivas, en la sala de exposiciones del Centro Cultural Federico García Lorca, con la ayuda cordial de la Concejala de Cultura Tania Sánchez Melero y del poeta Luis García Montero. Entre sus versos muchos amigos que han hecho más fácil este largo itinerario, una tentativa de coherencia que cierra este poema:

                                                               E-MAIL

                                                     El mensaje conciso,
                                                    sin tallo emocional,
                                                   sin hojarasca;
                                                   sólo el misterio
                                                   de la transparencia
                                                   y el hilo concesivo
                                                   del discurso coherente.
                                                   Que el teclado perciba
                                                   desnudez, eficacia
                                                   y la respuesta fiel
                                                  del mensajero.

                                                           ("Mapa de ruta", Maillot Amarillo, Granada, 2010)


martes, 25 de enero de 2011

CLARA SÁNCHEZ, PREMIO NADAL

                        
Lo que esconde tu nombre
Clara Sánchez
Destino, Madrid, Premio Nadal 2010

   Con frecuencia la identidad aparente es sólo un logrado disfraz bajo el que respira un pasado de sombras; por ejemplo, unos pacíficos ancianos nórdicos, ejemplos máximos de civismo intachable y hábitos sociales, consumieron etapas biográficas llenas de barbarie que sembraron crueldad, sufrimiento y humillación; esos jubilados que se mueven despacio y nunca pronuncian una palabra más alta que otra fueron torturadores. Ese es el planteamiento central de Lo que esconde tu nombre, novela de Clara Sánchez reconocida con el Premio Nadal en su convocatoria de 2010.
   La escritora, que vivió durante dos décadas en Rivas-Vaciamadrid inicia senda literaria en 1989, cuando amanece Piedras preciosas; desde entonces han ido sucediéndose hasta siete títulos y ha recibido reconocimientos, como el Premio Alfaguara por su obra Últimas noticias del paraíso. Toda su obra comparte una forma de escritura que se caracteriza por una sintaxis límpida y precisa que rechaza cualquier amaneramiento retórico y por la construcción de personajes instalados en la normalidad porque es en lo cotidiano donde se alojan el asombro, lo incomprensible y lo extraño.
   Esa premisa se reitera en Lo que esconde tu nombre donde se recupera una situación histórica. Tras la guerra civil española que propició la debacle republicana y el triunfo del franquismo, muchos republicanos emprendieron un éxodo incontenible hacia Europa que a veces acabó de la peor manera posible, como prisioneros en los campos de concentración. El campo austriaco de Mauthausen fue uno de esos agujeros del horror, donde fueron deportados cuatrocientos setenta españoles de los cuales murieron cuatrocientos nueve, antes de ser liberados el 5 de mayo de 1945 por las tropas aliadas. Los que regresaron del infierno nunca lo olvidarán y algunas convertirán la venganza en la principal razón de ser del superviviente.
   Julián es uno de esos nombres empeñados en atar los cabos sueltos y en ajustar cuentas con la memoria. Al salir del campo se enrola en una organización dedicada a descubrir torturadores y cuando ya está retirado regresa de nuevo a su antiguo empeño a propuesta de Salva, un compañeros con quien compartió sufrimientos y privaciones. Pero las pesquisas de Julián afectan a todo el entorno relacional del matrimonio nórdico, un grupo de individuos perturbados que funcionan perfectamente en la anormalidad y que no ven necesario justificar sus conductas.
   El avance accional da voz en primera persona a los dos protagonistas más relevantes, Sandra y Julián. Sandra es una joven embarazada que busca en la costa lucidez para salir de un complejo momento personal en el que la existencia sólo tiene un sentido superficial y Julián quiere finalizar la labor investigadora emprendida. Dos puntos de vista diferenciados que confluyen cuando la verdadera realidad se impone con datos contrastados. En el efímero curso de lo circunstancial se oculta el secreto: la vida es una representación en la que el verdadero yo queda soterrado; nadie es quien parece.

domingo, 23 de enero de 2011

CULTURA LITERARIA




Los que prefieren una literatura de efectos especiales, creen que la poesía de Antonio Machado está hecha con materiales de bajo presupuesto.

Su aristocracia prohibe la lectura. No quiere contaminarse con ese ruralismo que fomenta una cultura de alpargata.

La luminosa realidad de las modelos requiere "estar siempre en el candelabro".

Le gusta mucho el cine, pero desconoce la filmografía de Francis Ford "Copula", ese productor de películas pornográficas.

En cualquier relación de parejas célebres siempre incluye a Ortega y Gasset.

De todo lo escrito por su compatriota argentino Jorge Luis Borges prefiere la novela.

Usa mucho la expresión "sentido literal", aunque desconoce qué significa.

El escritor soporta tareas diversas. Una de ellas es la de autoconvencerse del valor de lo escrito.

Como el deporte de alta competición, también la literatura necesita gregarios. 

viernes, 21 de enero de 2011

MEMORIA DE ÁNGEL GONZÁLEZ

 Mañana no será lo que Dios quiera
Luis García Montero
Alfaguara, Madrid, 2009

   Ángel González, en sus últimos años, solía pasar largas temporadas vacacionales en la localidad gaditana de Rota, junto a Luis García Montero. De aquellas jornadas de diálogo nació la idea de escribir la biografía del destacado poeta de la generación del 50. Pero las notas biográficas al uso se transformaron pronto en una novela, en una  propuesta ficcional donde importa más el personaje moral que el inventario de fechas y acontecimientos.
   El paréntesis de la infancia carece de fronteras sólidas; los entresijos existenciales solapan contornos, mudan de apariencia y se recuperan con coordenadas desconocidas. El enfoque de Luis García Montero al escribir Mañana no será lo que Dios quiera no se basa en una articulada secuenciación de datos y sucesos, sino que opta por trazar la línea de horizonte de una etapa vital donde memoria e imaginación conviven en la remembranza y componen pieza a pieza una realidad verosímil.
   El título del libro alude a la capacidad del sujeto de tomar las riendas del porvenir, al hecho de que una voluntad crecida dicte normas capaces de regular los pasos del futuro. De este espejismo nace la esperanza, el estar confiado en la posibilidad de trazar un destino propio.
   Ángel González nace en Oviedo el 6 de septiembre de 1925 en el seno de una familia numerosa. La temprana desaparición del padre, tras una desgraciada operación médica, justifica la sobreprotección materna y las muestras de afecto de sus hermanos mayores. Pero el paisaje doméstico engloba lo privado y lo público y el cauce de la historia colectiva impregna el tejido sentimental de la vida diaria. Los calendarios marcan el último tramo de una monarquía erosionada por el apoyo a la dictadura de Primo de Rivera y el advenimiento de la República que tanta esperanza genera entre las clases menos favorecidas. Es un tiempo convulso que conoce en 1934 la revolución de Asturias y dos años más tarde el triunfo del frente Popular en las elecciones generales y el golpe militar del general Franco que inicia la contienda fratricida.
   Ese es el contexto de Mañana no será lo que Dios quiera. El niño Ángel González se asoma a la realidad con los ojos del desconcierto y la curiosidad de quien busca respuestas.  El enfrentamiento bélico de 1936 marca el fin de una niñez inocente. Desde los primeros meses del conflicto, Oviedo queda en manos del coronel Aranda, un militar afín a los sublevados. Es una ciudad sitiada por las fuerzas republicanas que mantienen bajo control casi todo el territorio asturiano. En ese encierro, pronto convertido en cuartel de regulares y legionarios,  la convivencia se estrecha y cobra conciencia del dolor y la muerte que hunde sus raíces en nombres concretos, como Manuel, el hermano mayor fusilado en el invierno de 1937.
   Junto al rumor del recuerdo se incluyen poemas que mudan lo vivencial en literatura. Se consuma el hundimiento republicano y amanece un tiempo de silencio y represión, de cartillas de racionamiento y desconfianza que hace más perentoria la prudencia. Y en este ambiente se fortalecen las convicciones; el yo supera las circunstancias para darnos la imagen de una conciencia que resiste y se despega del conformismo.
                                                                             

jueves, 20 de enero de 2011

MARINO GONZÁLEZ MONTERO. ELOGIO DEL EDITOR

La edición privada es una correosa trayectoria que siembra obstáculos en cada tramo por lo que el desenlace suele producirse con dolorosa rapidez. La mayoría de los editores abandonan en los repechos iniciales, cuando los escuetos balances de resultados dejan las telarañas como efectivo. Es un ejemplo más de la fugacidad de las buenas intenciones. Sólo unos pocos perseveran como protagonistas de un proyecto que va sembrando en las estanterías títulos de fugaz actualidad y revistas que toman el pulso a la creación literaria de un paréntesis temporal concreto.

La editorial  De la luna libros celebra sus cien títulos en la calle. El catálogo cuenta ya con una centena de invitados que han dejado manuscritos de poesía, novela, relatos, literatura de viajes o aforismos... Ese dato objetivo multiplica por cien la invitación al viaje de la lectura.
Marino González Montero (no olvido la inestimable colaboración de Ana, claro) es el responsable de esta editorial emeritense a quien yo debo la salida a la calle de Mejores días, una colección de aforismos que buscó la imprenta en 2009. La gratitud me impulsa a escribir estas líneas. Son poca cosa; una sencilla forma de dar las gracias.  

martes, 18 de enero de 2011

INSOMNIO

"Ayer fue lunes toda la mañana". Lo escribió Ángel González y yo lo respiré, tras una noche en blanco y una amanecida desaliñada y gris que afronté con un espeso dolor de cabeza. Como si presintiera mi estado de ánimo, la niebla desdibujó contornos y añadió a las calles de Rivas trazos londinenses.
Por fortuna, las clases en el instituto se sucedieron en un ambiente de cordialidad y llegué a la tarde con cierto optimismo. Tenía una lectura de poesía en la Facultad de Ciencias de la Información de los poemas de Mapa de ruta, la antología que resume estos veinte años de quehacer poético, editada por Maillot Amarillo.



El encuentro, preparado por el profesor Antonio Arroyo, con los alumnos de periodismo duró casi hora y media. Intercalé explicaciones y poemas y respondí a un amplio catálogo de dudas sobre la poesía que me devolvió la sonrisa y moldeó otro cuerpo en la musculatura del calendario: "Por la tarde cambió. Se puso jueves...". Con el recuerdo de Ángel González volví a casa, desde la ciudad universitaria, en un vagón de metro atestado de rostros somnolientos. Recordé la amanecida y un puñado de versos recogido en Mapa de ruta:

Insomnio

Aprendo a recorrer la noche en vela,
tras el neutro latido
de un reloj digital.
Arañazos de luz fijan la sombra
al desamparo del amanecer.
Al principio eras tú
víctima vulnerable;
ahora somos acuerdo trinitario
porque el cansancio enfría nuestro lecho
y agreste se cobija
espalda contra espalda.

Deshabitar insomnios
es difícil tarea:
cada intento provoca deserción.
Angustia el lexatín, no puede el valium,
fracasa la terapia del respirar profundo;
la saliva retiene
un dulzor sosegado
de melisas y espinos
y el desvelo perdura.

A veces el silencio
agranda sus certezas
e impone a cada cosa su sentido.
A veces algún ruido se convierte
en un grito discorde
y aleja la bandada de tenaces recuerdos.

Se dilata la noche.
La claridad agosta su piel negra.
entra en mi nada el sueño
no como distensión apaciguada
sino como principio de inquietud.
Parapadean relumbres. se define un color.
En él comienzas.
Porque no sé, mis labios te pronuncian.
 
                (La noche en blanco, Barcelona, DVD, 2005)

sábado, 15 de enero de 2011

RETÓRICA PARA ZURDOS

  1.                      DE VARIA INTENCIÓN

Retórica para zurdos
José María Cumbreño
Editora Regional de Extremadura
Cáceres, 2010

   Uno de los más conocidos esquejes de Antonio Machado, Juan de Mairena suplantó la retórica por un compendio de reflexiones encaminado a persuadir y conmover, a difundir argumentos que ayuden al lector a elaborar su personal punto de vista ante los límites difusos de la realidad. En esta línea puede leerse la antología de breves Retórica para zurdos, nueva entrega de José María Cumbreño (Cáceres, 1972), autor con un amplio inventario de géneros.
   Una nota previa, aquí reproducida por su utilidad, traza las coordenadas del volumen: “Éste es, a la vez, un libro viejo y nuevo. Viejo porque en él se recogen textos que pertenecen a otros libros anteriores (publicados o inéditos), aunque, eso sí, unidos por un motivo común: la literatura dentro de la literatura. Nuevo porque parte de lo que aquí aparece lo hace habiéndose escrito expresamente para un cuaderno de estas características, donde el arte y su tramoya protagonizan una peli que, como todas, tiene entre sus personajes a un bueno, un malo y un villano.” El texto aclara la propensión a lo metaliterario, a extraer literatura de la literatura, pero la autonomía textual diversifica la intencionalidad incluso dentro de cada una de las cuatro secciones que componen esta salida.
   Hay fragmentos que buscan la esencia, que sacuden su hojarasca para que muestre  una oculta carga simbólica, podrían ser versos o integrarse sin más en el discurso lírico de un poema minimalista; otros sugieren escenas que actúan como memoria activa de lo cotidiano, de ese devenir aleatorio del que podemos tomar todo tipo de argumentos y situaciones proclives al microrrelato. Otros aportan literatura pedagógica, son entradas de una enciclopedia particular que propone enunciados y definiciones en los que la paradoja o la sorpresa sirven para ensanchar aristas conocidas.
   El conceptismo, esa savia concentrada que alienta en la severa brevedad de aforismos y epitafios, es nota común que se reitera a lo largo del libro en el que no falta sitio para las enseñanzas de la tradición.
   Retórica para zurdos aglutina piezas verbales, eslabones sutilmente enlazados que en su conjunto crean una ilusión de realidad, un entramado coherente que multiplica la carga expresiva de las palabras. El trabajo del autor – escriba con la diestra o con la zurda; es decir cambie enfoques o perspectivas - es siempre el mismo, buscar, seleccionar y combinar significados que ayuden, sea cual sea el formato, a conocerse y a caminar hasta el otro, esa prolongación cercana de nuestra identidad.

                                                                                        

viernes, 14 de enero de 2011

Breverías al paso

Su escritura demuestra la pasión ecológica. Escribe poemas con procedimientos de reciclaje.

Actitudes vanguardistas que pasan por la literatura con aires de turista accidental.

Los que no saben qué decir sobre un libro sienten un irrefrenable impulso a concluir afirmando que el poeta es buena gente.

Goza de una salud envidiable y exalta el dolor como una vía de conocimiento.


Hace un elogio sobre la meridiana claridad de lo nocturno.

La grandilocuencia define el amor como un infinito mensurable.

¿ El desaliño de la bohemia tiene algo que ver con la higiene?

miércoles, 12 de enero de 2011

Xavi Hernández

Los televisores repiten las imágenes del jugador argentino Leo Messi recibiendo el balón de oro. El trofeo certifica que es el mejor jugador del mundo en 2010. Lo agradece con torpeza, con un vocabulario titubeante que afirma con claridad que prefiere expresarse con los pies y a ser posible en el área pequeña; después posa con timidez para la enésima instantánea de portada.
Comparto la justicia de la concesión, pero hubiese preferido que el reconocimiento fuera para Xavi Hernández. Tiene una personalidad proclive a la mitología.
El físico de Xavi es humilde, carece de solidez muscular, tiene una estatura mediana y no se deslumbra por ninguna cualidad sobresaliente; es un compendio de cualidades medias, salvo en la excepción: su inteligencia es la del superdotado.
Hace algunos meses, el novelista extremeño Eugenio Fuentes, creador del detective privado Ricardo Cupido, homenajeaba al tour en su novela Contrarreloj. En ella los protagonistas principales eran corredores del pelotón, gregarios empeñados en cruzar la meta tarde porque su máxima fijación es pedalear contra si mismos.
La edad de Xavi impide (es más que una hipótesis razonable) que en el futuro vuelva a optar al premio porque lo sucedido este año sobre el césped es irrepetible y los candidatos serán Cristiano Ronaldo y Messi (de nuevo); pero el papel de Xavi es patrimonio de todos. Como Raúl, otro personaje para la historia doméstica de los aficionados, merece convertirse en un personaje literario. Se busca escritor; el argumento espera. 

martes, 11 de enero de 2011

Aforismos



Las falsas verdades dejan ruinas que se veneran largo tiempo.

Alza construcciones con andamios de humo.

Las ideas de saldo necesitan un lenguaje primario, como esos productos que se adquieren en los minoristas chinos

La edad permite ser testigo del itinerario del deseo: arte, memoria y estado carencial.

El cinismo transforma la sonrisa en una inscripcion ilegible.

El insomnio acumula ruidos con cautelosa paciencia.

Los recuerdos describen caracterizaciones imaginarias disfrazadas de entidades concretas.

Los actos mezquinos necesitan coartadas grandilocuentes.

sábado, 8 de enero de 2011

J. M. COETZEE: UNA ESCRITURA PARA EL DESASOSIEGO

  Cuando se conoce la literatura de John Maxwell Coetzee (Ciudad del Cabo,1940),  la aproximación a  entregas posteriores sugiere inquietud por la certeza de que en esta narrativa no hay pausas ni tiempos muertos; cada propuesta ficcional convierte al lector en un ser desasosegado.
  Los libros de Coetzee son parábolas sobre el comportamiento, subrayados oscuros que destacan, con abundantes matices, que en el hombre  se refugian actitudes ejemplares, pero también las aristas más herrumbrosas de lo sórdido.






UN DISCÍPULO DE MONTAIGNE

Verano
J. M. Coetzee
Mondadori, Barcelona 2010

   Cuando Miguel de  Montaigne prologaba sus ensayos incluyó una advertencia previa para constatar una objetividad limitada: “yo mismo lector, soy la materia de mi libro”. De igual modo, en la novela Verano – tercera entrega sobre el yo existencial- J. M. Coetzee recurre como fuente a unas anotaciones redactadas entre 1972 y 1975, enriquecidas décadas más tarde con epígrafes en cursiva que habrían de desarrollarse cuando emprendiera la tarea de completar la narración de sus días. Para convertir al sujeto en objetivo único inventa a un supuesto biógrafo inglés que emplea como base de su investigación los cuadernos trascritos y los testimonios orales de testigos y vecinos.
   Es sabido que en los años setenta en Sudáfrica el represivo régimen del apardheit  estaba en pleno apogeo y el gobierno del país estaba controlado por una minoría blanca que aplicaba leyes estrictas a la ciudadanía negra, mientras Nelson Mandela estaba confinado en la isla de Robben, y en los centros penitenciarios los activistas eran tratados como terroristas. Faltaba mucho tiempo para abolir la segregación racial.
   En esa década, el yo desdoblado del escritor era un solitario huraño, sin concesiones hacia la vida pública, que usa sandalias y gafas, trabaja como profesor a tiempo parcial y tiene un aspecto muy poco atractivo. Vive con su padre en la  urbanización Tokai de Ciudad del Cabo, en una casa muy tosca que perteneció a un agricultor y precisa continuas reparaciones y nuevos materiales de construcción. Los años han convertido al padre, ya en la senectud y con notables carencias físicas, en un escéptico; el contexto no le interesa y no emite juicios ni refrenda opiniones ajenas sobre las consecuencias de la segregación en el acontecer cotidiano porque ha perdido la curiosidad y se limita a estar. El hijo, por su parte, apenas comparte tareas con el vecindario; no obstante agota una relación sentimental con Julia que proporciona valiosos datos en un largo cuestionario para entender la personalidad del autor. Tambien la prima Margot cobra una dimensión estelar en el nucleo humano mas próximo.
Si la mayoría de las autobiografías optan por la linealidad cronológica y por el enfoque directo de la primera persona, Verano resulta muy novedosa en su estructura. Es un viaje introspectivo a distancia, donde se moldea a si mismo como creación verbal. No enfatiza su estatura, pocas veces enaltece su carácter; más bien aparece como un sujeto menor que nada hace  por disimular carencias, y de quien resulta difícil sospechar el posterior trayecto literario y la repercusión de su trabajo intelectual.
    El pasado sirve  para dar forma a las circunstancias del presente. Pero sobre todo vislumbramos un retrato doméstico, una sensibilidad vuelta sobre sí misma que hace suyas, como  buen discípulo, las enseñanzas del  moralista Montaigne: “Quiero que me vean en mi manera de ser, simple, natural y común, sin estudio ni artificio”.

                                                                      

miércoles, 5 de enero de 2011

VÍSPERA DE REYES MAGOS

Miro atrás con nostalgia, buscando aquel tiempo de mentiras que debieron ser ciertas. En la niñez se busca asombro y no sentido lógico en las cosas; por tanto los Reyes Magos no son los padres sino la generosidad que confirmaba que portarse bien tenía premio. Entonces los mapas de la realidad tenían provincias de colores y yo no sabía que  El Principito definía a los adultos como tipos extraños que ven sombreros donde hay boas que se han comido un elefante.
Después dejé la infancia en medio de ninguna parte y escribí este poema:

                        6 de enero

                        Algo me dice que en los ojos de un niño,
                        poniendo entre las sombras sus zapatos
                        y unos vasos de agua
                        para apagar la sed de esperados viajeros,
                        está toda mi vida.

                        Han pasado los años
                       y no sé de renuncias ni de claudicaciones:
                       jamás me fue posible vivir en otra casa
                      que no fuera tu sueño.

                                                          (De Población activa, 1994)


                                           





      

lunes, 3 de enero de 2011

JULIO MARISCAL

   Entre las variables del olvido está la falta de lectores; es la estrategia más efectiva para borrar el rastro de un escritor y afecta a muchas obras hoy convertidas en arqueología.  El virus contamina a individuos aislados y a promociones enteras. Por ejemplo, la generación del 50 sigue firme desde un núcleo central, La Escuela de Barcelona, con varias identidades complementarias, Ángel González, José Manuel Caballero Bonald, Francisco Brines y José Ángel Valente, pero ha dejado en semipenumbra a itinerarios que sólo emergen en los rastreos de investigadores universitarios, en la copia autorizada de la epigonía y en el recuerdo firme de algún lector entusiasta.
   Uno de los cincuenta poetas del 50 fue el arcense Julio Mariscal Montes, ya casi una sombra sólo mitificada por los cualificados lectores y paisanos: Pedro Sevilla y José Manuel Sánchez Ribas. Pedro Sevilla caligrafió un emotivo homenaje al maestro que a mí siempre me transporta a mis días laborables en Arcos de la Frontera, cuando vivía bajo una peña de geografía provisional. Con José Manuel Sánchez Ribas he pasado una tarde de tertulia, lúcida, incisiva y crítica con un presente que construye su discurrir con procedimientos de reciclaje.
   Tras un largo paseo entre la niebla, vuelvo a casa. Anoto en el cuaderno de "asuntos pendientes": volver a los poemas de Julio Mariscal. 

domingo, 2 de enero de 2011

GESTOS


   Los gestos personales emiten palabras nítidas y claras, comunican pensamientos. Lo capta muy bien esta fotografía de José Javier González tomada en 2009, en una terraza madrileña próxima al Museo Reina Sofía. Mis manos hablaban de los aforismos de Mejores días. Aquella cálida mañana estrenaba libro; había amanecido en una colección extremeña, De la Luna libros, gracias al empeño de Marino González Montero.
Unos cuantos amigos brindaban conmigo mientras la ciudad acumulaba ruidos con cautelosa paciencia.

sábado, 1 de enero de 2011

EL IDEARIO DE JOSÉ SARAMAGO

Comienza a caminar el nuevo año y madrugo para llevar a mi hija Irene hasta el aeropuerto. En las calles de Rivas, todavía sin sol, algunos noctámbulos vestidos de fiesta esperan la llegada del autobús. El trayecto por la autopista es muy rápido, la despedida breve, y no tardo en acomodarme frente al ordenador. Pero ni siquiera el café espolea la página en blanco del cerebro.
Sobre la mesa los títulos que leo o he leído: Verano, el libro semibiográfico de J. M. Coetzee, dos o tres revistas, y la extensa indagación sobre el pensamiento de José Saramago.



  1. José Saramago en sus palabras
    Edición y selección de Fernando Gómez Aguilera
    Alfaguara, Madrid, 2010

       Para quienes tuvimos la fortuna de asistir al homenaje celebrado en Rivas-Vaciamadrid, el l8 de octubre de 2010, el volumen José Saramago en sus palabras no es sino el justificado pretexto central de aquella convocatoria que por su desarrollo permanecerá mucho tiempo en el recuerdo.
       La edición de Fernando Gómez Aguilera es una amplia muestra de pensamientos personales y literarios entresacada del itinerario creador del portugués y del material perecedero de los medios de comunicación. La multiplicidad de juicios permite esbozar con nitidez el perfil intelectual de una conciencia comprometida con el tiempo histórico que le tocó vivir. Es un legado que conexiona con los ejes vertebradores de la realidad social del yo; no estamos aislados, todos formamos parte de un universo global e interactivo.
       Pocos datos del escritor resultan desconocidos: el origen humilde y campesino en una de las comarcas más pobres de Portugal; la formación primaria y la temprana incorporación a un oficio manual, antes de trabajar primero como traductor y después como redactor y la tardía eclosión de un escritor que sólo en la madurez entrega sus mejores obras y consigue el reconocimiento mundial.
       Pero la literatura es también el trayecto del ciudadano, los encuentros con asuntos comunes. Con todos ellos establece un sutil diálogo. En la cartografía personal hallamos tres nombres geográficos: Azinhaga es el pueblo natal, la tradición del Alentejo y el sustrato rural de los antepasados; Portugal es el país, la lengua y la cultura, también la controvertida relación con la clase política conservadora y con la hostilidad de la iglesia; Lanzarote es el lugar de acogida, la casa hospitalaria en la que vivió con Pilar del Río, el gran amor de su vida y la eficiente colaboradora que veló por los intereses del autor. Sobre la militancia comunista y el rigor crítico se asienta buena parte de su status social. El escritor se posiciona con los humildes y los desfavorecidos porque piensa que “Auschwitz no está cerrado, está abierto y sus chimeneas siguen soltando el humo del crimen que cada día se perpetra contra la humanidad más débil”; el escritor no quiere ser cómplice desde el silencio. Un capítulo singular nos deparan sus convicciones iberistas. Para Saramago la geografía peninsular desde la historia le parece desgajada del resto de Europa, hoy convertida en un territorio especulativo del liberalismo económico. España y Portugal deben orientarse, por tanto, a recuperar lazos con los países de ultramar y a velar por un entendimiento en todos los órdenes con la realidad iberoamericana.
       Los propósitos estéticos de cada entrega ayudan a conocer detonantes argumentales o a ser testigos de la génesis de protagonistas que establecen con el escritor una relación viva y sostenida, en especial sus identidades femeninas, singulares y pujantes.
       José Saramago en sus palabras como libro de cierre es un recapitulatorio que permite formular una ética . Confirma el ideario de una voz que habló siempre alto y claro para condenar la apatía y la inacción de los que no saben que el futuro comienza a construirse en el ahora.