martes, 13 de marzo de 2012

JOSÉ ÁNGEL VALENTE. DIARIO ANÓNIMO.


Diario anónimo (1959-2000)
José Ángel Valente
Edición de Andrés Sánchez Robayna
Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2011

   Tras la muerte de José Ángel Valente en el 2000, la obra literaria del poeta orensano se enriquece con la aparición de un abundante material de apariencia autobiográfica escrito de modo discontinuo a lo largo de cuatro décadas. Estos inéditos, custodiados por su compañera Coral Gutiérrez, conforman una síntesis de claves intelectuales, y su diversidad integra relevantes signos del itinerario creador que se inicia en 1955 con el poemario A modo de esperanza y que finaliza con la obra póstuma La experiencia abisal, libro que compila prosas críticas, editado en 2004.
   En la meditada introducción, Andrés Sánchez Robayna -editor también del cuerpo lírico completo- comenta los aspectos formales del diario y el contexto vivencial de las distintas etapas de escritura. Concluye que el centro de reflexión de estos cuadernos es el problema de la identidad del sujeto. Esta indagación tiene en José Ángel Valente un amplio tratamiento. Por tanto el título de este diario no es una invitación al desconcierto: ¿Cómo se puede denominar diario anónimo si la autoría figura en el siguiente renglón de cubierta? Una anotación del propio Valente resulta clarificadora: “Diario anónimo: papeles inéditos de personajes que probablemente no existen, pero que de algún modo debieron haber existido”. Los escritos dibujan un sujeto textual diferenciado del protagonista biográfico, cuya experiencia se diluye y se inserta en un cauce expresivo universal.
   El diario incorpora también anotaciones íntimas que ayudan a conocer con más profundidad de campo la visión particular sobre lo doméstico; pero las anotaciones que prevalecen son los esquejes del taller de autor que en muchas ocasiones se configuran en su formato definitivo como poemas, ensayos breves, comentarios y consideraciones bibliográficas. Son indicios de un amplio litoral de intereses donde se reiteran, de forma intermitente, algunos núcleos temáticos de una escritura discontinua en la que se formulan dos cuestiones significativas: el acontecer diario en cuanto sujeto de enseñanza moral y el sentido final de la escritura. Son dos polos que dan al diario un carácter reflexivo; el estar contingente apenas late; ya se ha dicho: más que el anecdotario, los fragmentos acogen referencias bibliográficas, paráfrasis de citas y simples notas que formulan lecturas en ciernes. Por otra parte, el sentido de la escritura constituye en todos los géneros del autor una obsesiva pregunta sin respuesta.
   Hay un consenso unánime en considerar a José Ángel Valente una de las voces más significativas de la lírica hispánica de la segunda mitad del siglo XX, se integre en la llamada Generación del 50 o se destaque su reivindicada condición de pájaro solitario. La publicación de este diario anónimo, que agotó su primera edición en unos meses, da la oportunidad de entender mejor a un intelectual controvertido cuya literatura ofrece siempre luz y abrigo.

3 comentarios:

  1. Como siempre un placer leer tus recomendaciones.

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  2. Estimado amigo, gracias por tus cariñosas palabras. Tu primer poemario constata una profunda admiración por Claudio Rodríguez, compañero generacional, al menos en el arranque, de José Ángel Valente. En realidad, la teoría generacional es eso: una teoría; toda generación es un conjunto de islas desperdigadas sobre el mar de un tiempo histórico común.
    Como Claudio,Valente es un verdadero maestro y no una propiedad privada de los poetas del silencio.

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  3. Coral Valente. Pilar Urrea. Pilar Gutiérrez por su primer matrimonio.
    Compañera, que lo era, esposa de Valente. Casada por lo civil en el Ayuntamiento de París.
    Creo que era así. No recuerdo bien. Robayna seguro que sí.
    Saludos. Luis M.

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