lunes, 23 de diciembre de 2013

ALICE MUNRO. HUMILDAD.

Demasiada felicidad
Alice Munro
Traducción de Flora Casas
Debolsillo, Barcelona 2013 (4ª edición)

 HUMILDAD 

   La decisión del sanedrín literario sueco de conceder la antorcha del Nobel 2013 a la canadiense Alice Munro ha prodigado en los medios de comunicación de todo el mundo abundantes informaciones biográficas. Creció en Ontario, en el seno de una familia de granjeros, estudió en la Universidad de Western Ontario y por sus doce libros de relatos ha protagonizado una amplia trayectoria de reconocimientos en Canadá y en Estados Unidos.  Pero, como recalca la autora una y otra vez, su existencia sólo cobra sentido en la escritura, donde no pocas veces la letra pequeña de lo autobiográfico actúa como venero temático. Es en el cuento, un género mayor del siglo XX, donde habita lo esencial de su contribución.
   En Munro, el cuento tiende a describir historias sin épica, con el énfasis apagado de lo cotidiano. Así sucede en su colección Demasiada felicidad, donde los trayectos accionales requieren un desarrollo temporal  de media extensión para precisar las circunvalaciones de actitudes vivenciales siempre de paso. Los cuentos abordan instantáneas de protagonistas y secundarios empeñados en una carrera de fondo de metas difusas. Lo contingente acecha, siembra estados de angustia capaces de cambiar el rumbo de una voluntad que no se guía por ideas abstractas sino por motivaciones de escasa relevancia, los logros habituales dictados por la convivencia social.
   Ni espacio ni tiempo precisan datos exactos. De esa atemporalidad emerge la geografía vivencial de  lo doméstico. Son mapas estrechos para supervivientes que reiteran tareas habituales en intervalos sin sitio para la sorpresa. Y, sin embargo, ésta reclama un espacio secreto de la intimidad individual, como si fuera materia central de un submundo hermético.
   En los cuentos de Alice Munro cobran un relieve singular los perfiles femeninos, siempre llenos de complejos estados emocionales, en la paciente espera de lo extraordinario. Mujeres, atentas y receptivas, crecen hacia dentro mientras muestran su cansancio ante una realidad manipuladora y llena de cicatrices que, de cuando en cuando, se ilumina con una relación personal, con un deseo cumplido, con la calma resolución de un conflicto sin tregua, o con el espejismo de una felicidad que nunca dura demasiado.

    

1 comentario:

  1. Manifiesto mi acuerdo con tus comentarios y con los que se están vertiendo sobre la autora, y todos ellos recalcan su calidad, (a pesar del Nobel, habría que significar). Ya era un referente en el género para muchos de nosotros, quizá el premio le abra espacios a un gran público, aunque dudo si eso significará algo para ella. Gracias por traerla.

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