viernes, 28 de junio de 2013

FRANCISCO CARO. PAISAJE.

Paisaje (en tercera persona)
Francisco Caro
CLUP, San Sebastián de los Reyes
XXI Premio Nacional José Hierro
 
PALABRAS EN EL BOSQUE.

    Mea culpa. En el discurrir del tiempo, soy un lector tardío de Francisco Caro;  conocía muy poco el afán creador del poeta, aunque estábamos cerca: tenemos amigos comunes, los dos hemos dejado muchos años de nuestra vida desempolvando el pasado como profesores de Historia y me asomo con frecuencia a su blog. Así que, deuda obliga, emprendo de inmediato la lectura del poemario Paisaje (en tercera persona) reconocido con el Premio “José Hierro”.
   El poema umbral ya establece los primeros códigos reconocibles: una composición breve que vela el yo mediante un narrador interpuesto y una temática reflexiva sobre la vida y la literatura, dos temas esenciales de la poesía de cualquier tiempo: "Como la playa ociosa/ a final de septiembre, allí/ donde la luz asume que su vigor caduca/ ajeno a la existencia de los otros,/ así contempla el hombre/ mansa y leve su mano, la herramienta/ con la que atesorara/ el esplendor azul de cada instante"
   El prisma del paisaje se difunde desde dos vértices. Por un lado, lo geográfico, el espacio físico que habla con los sentidos para dejar en la memoria sus elementos singulares; aquellos que preservan las imágenes del recuerdo: los senderos de Tejera Negra, las estribaciones de Gredos, Albarracín, Hervás… nombres propios de una geografía espiritual y física en la que el yo encuentra el reflejo transparente del agua.
   El otro vértice es el paisaje de la biblioteca, la cartografía de palabras que van testificando realidad y sueño. “La misericordia de lo ágrafo" no cuestiona el sentido de la escritura inventando senderos metaliterarios sino proporciona a la sensibilidad del yo un frágil reducto de permanencia que hace más habitable la soledad.
  En los dos senderos que bifurcan el libro habita el paisaje emocional –el que casi siempre origina la empatía del lector- donde la palabra testimonia  los llanos y cerros de la existencia, siempre llena de interrogaciones tras cada recodo. De esas machadianas galerías interiores habla uno de los mejores textos del libro, el poema que abre "Carretera cortada", un texto narrativo, especular, lleno de sugerentes matices: los días del mañana no son sino las curvas de un recorrido que acaba sin más.
  Paisaje (en tercera persona) entremezcla la observación real y activa del entorno cotidiano y particular, visto como un dibujo detallista, con la mirada interior que desvela evocaciones y recuerdos en el latido manso de los calendarios. Poemas de ida y vuelta que difunden espacios de una realidad recuperada por la memoria y ese extrañamiento del hombre que recoge palabras en el bosque para encender las llamas de lo diario.

 

 

 

 

 

  

jueves, 27 de junio de 2013

ESTAR DE PASO.


Viajeros

       Para Amanda y Laura, por dibujar un día inolvidable.

Conforta estar de paso,
libres de espacio y tiempo.
Porque es largo el camino
es un gesto prudente
dejar sobre las cosas una visión fugaz,
que soslaye la forma
y suspenda el volumen,
que dote a la materia
de límites confusos.
Conforta estar de paso
y llenar  madrugadas con historias
de una certeza frágil.
Que sea el viaje
un hecho cotidiano y sorprendente;
que la memoria guarde
aquella geografía
donde nunca estuvimos,
a la que llegaremos algún día.
Cada viaje culmina en el regreso.


       (Un país lejano, DVD, Barcelona, 1998)

miércoles, 26 de junio de 2013

PERIFERIA.

Miguel Doze, Villalbilla (Madrid) 
PERIFERIA.

Tiempos de carestía. Amistades que pasan dieta por kilometraje.

Repito opiniones; pienso lo mismo.

Identidades que huelen a productos pasados de fecha.

Esta mañana, tras la tos de siempre y la inspección en el espejo, consigné: "no existo".

En los datos concretos, pedregosos, de la realidad cuántos errores.

OK. Compacto enunciado del final.

lunes, 24 de junio de 2013

SOMBRA (Serie Negra)

Sal de Plata
SOMBRA
 
                                                  A Almudena Arellano,
                                                 por los años de afecto.
 
   Me angustia la certeza de que algo no va bien. Hay detalles raros. Hasta ahora mi sombra asumía el estar juntos, callada y diligente. Desde hace días escucho sus quejas; la noto cansada, abstraída, distinta, cuando se proyecta sobre el pavimento. Con frecuencia se pierde al cruzar los semáforos o en deshabitados callejones, y aparece después recubierta de polen, pétalos, rizomas, hojarasca... Sus ausencias me obligan a vigilar la espalda de continuo, a multiplicar trayectos que no llevan a ninguna parte.
   Hace un instante miré atrás, intuí ojos de luz, en el difuso encuadre de la cabeza. Lo entiendo; tiene una decisión tomada. El recelo me da la respuesta; fundida en la silueta de su mano percibo una pistola. Se alza detrás, con lentitud autoritaria. Quiere asesinarme.
  Echo a correr. Lo urgente es escapar de un acto impune. La policía no sospecha que mi sombra dispara.
 

domingo, 23 de junio de 2013

ELOGIO DE JULIO MARISCAL.

Julio Mariscal

ELOGIO DE JULIO MARISCAL. 
 
A José Manuel Sánchez, claro.
 
    Apenas pisé el laberinto en cuesta de Arcos de la Frontera, me integré en su ambiente lírico. En el pueblo de la peña había tres poetas oficiales, enaltecidos, premiados y con exitosa sociología, y un poeta semiclandestino: Julio Mariscal. La sombra lírica de Julio vagaba pensativa por la admiración juvenil de Pedro Sevilla, entonces cordial amigo, confidente sensible y acompañante asiduo a las tertulias de Jerez de la Frontera. Julio Mariscal gozaba de notable predicamento entre autores como Francisco Bejarano y Jesús Fernández Palacios, y permanecía muy cerca de voces en ciernes como José Mateos o José Manuel Benítez Ariza. Había que leer al arcense. Y lo hice, con la perseverancia de quien pasa las arduas páginas del aprendizaje.
   Aquel primer encuentro fue más un chaparrón que una tormenta. Las gotas de sus poemas secaron pronto y yo defendí mi escepticismo ante la obra alegando una dicción envejecida y un cierto localismo temático; mis preferencias generacionales no variaron, seguían en el altar Jaime Gil de Biedma y Ángel González. Con mansedumbre de arroyo, discurrió el tiempo en el que fueron naciendo los primeros poemas, creamos una tertulia literaria, con mucho de trastienda de tendero, e hicimos algunas lecturas en las que percibí de inmediato afinidades y disidencias; ciertos conspiradores no me perdonaban la dicción castellana y haber nacido de Despeñaperros para arriba.
  Poco después, el granadino Emilio Quintana se inventó una revista Nada nuevo y me pidió un artículo para su sección “Una casa con goteras”, comentando el itinerario de Julio Mariscal y no lo hice. Seguía con mis dudas, condicionado por los pedestales inalterables de los poetas más emblemáticos del 50.
  Ya en Rivas, tras ocho años de estancia en Arcos de la Frontera, al comenzar la andadura de la revista Luna Llena me encontré una vez más con su poesía; sentí en su voz la fuerza de un existencialismo atormentado, la perfección técnica del verso, el sentimiento amargo de la incomprensión y esa soledad de quien se mueve entre el deseo y la conciencia, entre la religión y el hombre.
   Ahora, tras muchos libros leídos y deshabitados, sé que Julio Mariscal es un buen poeta. No es poco. Uno de esos poetas de la promoción más importante del siglo XX –sí, la Generación del Medio Siglo, no la del 27 o la del 36, o la de los novísimos…- y aguarda en las estanterías una nueva conversación en voz baja, llena de emoción y ternura. 
 
 
 

viernes, 21 de junio de 2013

EN EL MUSGO.




                                                    EN EL MUSGO

                                                                    Para María Millán  


   Un ruido imprevisible amedrentó la calma en la buhardilla. Era muy tarde y cerré el libro al concluir la lectura del verso "el musgo de los sueños".
   De madrugada, el sudor de mi piel desnuda me empujó al jardín oscuro y frío. Reverberaban los manchones de musgo en la rocalla. Al tumbarme sentí el frescor del césped. Tras un remanso breve de placidez, la claridad me despertó.
  Sobre las sábanas, algunas petunias, pensamientos aplastados y el reguero leve de un caracol.

jueves, 20 de junio de 2013

CENTROS Y PERIFERIAS.

Hilario Barrero, 2011
Hipérbole


Todo es paisaje en ti,
un litoral de arena
donde, combas, restallan
las olas del deseo;
un territorio virgen que postula
la inexistencia de cartografías;
una cala que acoge
el músculo aterido de los náufragos,
un círculo sin radios,
una palabra viva,
una casa, una luz.

En tu mano sostienes
la intersección que ciñe
centros y periferias,
el musgo de los sueños,
los borrosos trayectos que no haré.

( De La noche en blanco, DVD, Barcelona, 2005)

martes, 18 de junio de 2013

AFORISMOS CON GLOBOS.

"Pequeños vigías", Sal de Plata, 2012
 
AFORISMOS CON GLOBOS.

            A Patricia Jiménez, por estar.

Decepción. Ese globo vacío donde tanto cabe.

En el camino a trasmano, los pasos más arduos, el ritmo más lento, más incierta la llegada, los encuentros más agradecidos.

Derramado sobre el butacón, puntualiza erudito, con la suficiencia que conceden la calvicie y la barba de dos días: "Mis pareados no son haikus".

Menguan los años en el pausado giro de las convicciones.

Abro los ojos. Miro. Veo otra vez aquello que no existe.

sábado, 15 de junio de 2013

XELO CANDEL. VERANO.

Xelo Candel y José Luis Morante, Madrid, 15 de junio de 2013

XELO CANDEL. VERANO.

    El homenaje a Luis Rosales en Velintonia, la casa abierta de Vicente Aleixandre, me concede el encuentro con Xelo Candel, en Madrid. Quedamos por la mañana en El Café Comercial. Llego muy pronto; paseo por las calles de Malasaña, Glorieta de Bilbao y Plaza del Dos de Mayo, que ya tiene en los tenderetes su artesanía colorista y el olor a verano de las terrazas con sombrillas abiertas. Xelo también llega puntual, así que el café, la tostadas y los zumos sirven de contrapunto a una sosegada conversación que resume muchos años de afanes literarios.
   Doctora en Filología Hispánica, con amplio experiencia docente, Xelo Candel es uno de los nombres propios que me deparó la edición de Ropa de calle sobre Luis García Montero. Mi amigo Ricardo Virtanen completó el perfil con abundantes datos personales, así que la entrevista discurre como una charla íntima de viejos amigos que tienen muchos ámbitos comunes.
   Xelo Candel acaba de editar dos libros inéditos sobre Luis Rosales –que ya comenté en ete blog- y me cuenta la gozosa experiencia de su larga investigación en el archivo del poeta de Granada que aportó su luz más clara en La casa encendida. Yo recuerdo la amanecida en Rivas, los años de la revista Prima Littera, mis proyectos más inmediatos y las bonanzas y  marejadas de estos años, asomado al balcón de la poesía.
   Cuando nos despedimos, sé que esta primera cita es el preludio de otras muchas que sembrarán nuevos vínculos personales. En el trayecto hacia casa releo algunos poemas de Xelo; apenas me concentro, porque todavía resuenan las cálidas palabras de despedida. Cierro el poemario La arena y, en voz baja, doy gracias a la literatura por los mares azules que acercó hasta mi mesa.  

 

 

viernes, 14 de junio de 2013

TIPO RARO

"Mercado de Motores, Madrid, Sal de Plata
TIPO RARO

     A los que juzgan mis rarezas con benevolencia
      
Me empeño en habitar
un sujeto sociable.
Pido excusas por ese extraño hábito
de la puntualidad;
respondo sin demora a cartas y correos;
si no están dedicados
por afectos verbales,
obsequio buenos libros
e invito casi siempre
en la barra del bar donde conspiro.
Con dos o tres sentidos me intereso
por todo lo que cuentan;
evito disentir
en los matices
cuando tantos defienden
opiniones contrarias.
Sin generar efectos secundarios
aguanto en el sillón igual que un fósil,
y hasta redacto el pliego de descargo
de los que nunca invitan
y hacen de la intención rescoldo vivo.

Sonrío al despedirme
y doy las gracias.
No importa cuando dicen:
"Adiós. Nos vemos pronto.
Yo pagaré la próxima..."

                                   (Inédito)

miércoles, 12 de junio de 2013

JUAN PABLO ZAPATER. REGRESO.

La velocidad del sueño
Juan Pablo Zapater
Renacimiento, Sevilla, 2012
 
 
HUÉSPEDES DE LA MEMORIA 
 
   Tras un largo espacio en blanco, Juan Pablo Zapater (Valencia, 1958) retorna a la poesía, sin quiebros ni virajes, con el poemario La velocidad del sueño. Resulta obvio pensar que el impulso creador no tiene ritmos fijos y obedece con frecuencia a razones contingentes. No se requieren justificaciones, aunque “La extraviada”, primer poema del libro medita sobre esta cuestión. Concebido como un diálogo intimista, el protagonista lírico enuncia, con tono confesional, la sencilla tarea de quien se deja arrastrar por la escritura; afronta encierro y soledad para desbrozar la senda de las palabras; también en ese texto está presente el temprano hábito lector que fecundaron nombres como Aleixandre, Salinas, o Pablo Neruda
    Los versos permiten trazar una línea de luz, conceden la necesaria claridad para aventar sombras y dar salida a la memoria. Las imágenes desvaídas recobran su perfil, hablan con el acento de otro tiempo. Vuelven a los días de infancia en los que el entorno era un espacio, sin máculas ni decepciones, donde no cabían incertidumbres ni derrotas sino las ilusiones que constituyen el patrimonio natural de la esperanza.
   En los poemas integrados en “Libro de huéspedes”,  se despliega un tono reflexivo que habla del devenir como ventana abierta, un horizonte cuajado todavía de doradas promesas; esa espera alimenta el júbilo de quien ve posible la plenitud y tiene confianza. Así llega el amor y se van gestando los aportes sentimentales que fortalecen la identidad.
   La existencia es un estar transitorio que sólo deja alguna leve huella, una crónica menor en la que se van consumiendo días, agotando el hilo argumental de historias cotidianas en las que también tuvieron acogida las naderías que se olvidan, como tercos paraguas que no se necesitan. El ahora deja en medio del camino, más sabios en las modestas enseñanzas de la edad y conscientes de que más adelante esperan la oscuridad y el vacío. Son temas esenciales de la poesía meditativa de Cernuda que tienen continuidad en el Medio Siglo y en la obra de poetas como Francisco Brines y Eloy Sánchez Rosillo.
   Un motivo literario de amplio tratamiento, la rosa, es eje de la segunda parte, compuesta por poemas más breves. Sigue siendo el endecasílabo el esquema versal que marca el ritmo del poema. La rosa tiene una semántica plural: es finitud y belleza, esplendor y espinas.
   La velocidad del sueño de Juan Pablo Zapater es libro de madurez y por tanto entrecruza temas y motivos de raíz vivencial; la conciencia del tiempo está presente a cada paso recordando que caminamos detrás de arquitecturas oníricas, de sueños que se alejan veloces hacia ninguna parte.
  El poeta valenciano retoma itinerario, nos deja poemas que resaltan por su cuidado formal, el lazo vinculante con el aire de época del poblado mapa actual –llámese poesía meditativa, realismo intimista o poesía de la experiencia - y el uso brillante de imágenes que singularizan el regreso. Juan Pablo Zapater vuelve para quedarse. A su voz le viene bien la sosegada temporalidad de Fray Luis: “Decíamos ayer…”  

lunes, 10 de junio de 2013

MOVIMIENTO CONTINUO.

"A ritmo de ciudad", Sal de Plata,  Madrid, 2013


MOVIMIENTO CONTINUO

 
Me pierdo entre los árboles del Parque del Retiro. Pueblan las avenidas patinadores, pájaros y sueños de solitarios.
 
 
Mientras miro, en mí ese inevitable laboreo que teje y desteje certezas.
 
Qué más da. La coherencia es una pirueta fallida, un movimiento imposible sobre el patín de cada día.
 
A solas oigo voces. Levanto la cabeza hacia la fronda y no hay nadie. Ocultas sombras que igual que yo caminan hacia ninguna parte.
 
 
Regreso a casa en un viejo autobús deshabitado, con las imágenes capturadas. Tengo un carácter propenso a la elegía: solo soy feliz en el pasado.

sábado, 8 de junio de 2013

RICARDO VIRTANEN. CUADERNO DE INTERIOR.

Cuaderno de interior
(Diarios 2003-2004)
Ricardo Virtanen
Baile del Sol, Tegeste, 2013

CON LUZ NATURAL
 
    A la literatura autobiográfica le viene bien la luz natural, esa claridad justa para percibir una dimensión a la medida de las cosas sencillas que conforman el entorno cotidiano. El primer volumen de los diarios del poeta, músico y profesor universitario Ricardo Virtanen desprende esa sensación desde el comienzo. La escritura no compone el gesto; comparte los pormenores de una biografía al paso que tiende a caminar hacia dentro más que hacia fuera.
   En su ejemplar currículo profesional, Ricardo Virtanen conjuga dos facetas artísticas, la música y la escritura, abordadas con perseverancia. Nacido en Madrid e hijo de un músico de jazz profesional, Santiago Pérez, desde su infancia comenzó a tocar varios instrumentos y es una costumbre mantenida. Cuando las tareas docentes languidecen acude a los ensayos, o actúa en conciertos, en cualquier geografía que reclame a los grupos musicales en los que toca. Y además escribe poesía, novela, ensayo, reseñas y diarios, como si los días tuviesen un ritmo temporal distinto, más intenso y más pleno.
   Desde hace una década el autor se trasladó a vivir a Rivas-Vaciamadrid con su familia. La localidad es su reducto doméstico y está presente en el círculo relacional y en las inquietudes literarias del  momento vital en el que surge este diario. Esos años, la punta de lanza era Prima Littera y a los nombres que impulsaban la revista dedica variadas reflexiones; del mismo modo, están presentes algunos ciclos en los que participaron poetas reconocidos como Joan Margarit, Luis Alberto de Cuenca o José Cereijo. También se describen convocatorias de la capital o  encuentros con amigos del gremio, de modo que la sociología escritural ocupa un tramo grande de esta autobiografía.
  El cauce introspectivo del diario tiene por norma transcender la anécdota para apuntar una consecuencia moral. Cada sujeto lleva en su periplo preguntas claves como el sentido existencial, o la condición fugaz del ser: la desaparición de los seres queridos más próximos hace que lo transitorio marque cada amanecida. El ejercicio de vivir impone sus gravámenes. 
   Hay acontecimientos que convulsionan el solipsismo del yo y conminan a definirse desde el nosotros. El 11 de marzo de 2004 Madrid sufrió el mayor atentado terrorista de su historia. Fue un día para la mudez –el escritor deja esa fecha en blanco-:”el poeta –y no pienso en el escritor panfletario-tiene que reflexionar en voz baja, padecer lo ocurrido, tragarlo, y un día, cómo no, vomitarlo.” Junto a esas muertes del fanatismo totalitario emergen otras que separan de seres queridos o de figuras del jazz, y dejan un hondo hueco en el ánimo del escritor.
  Cuaderno de interior es la imagen fija de una soledad que sólo a veces se calma con los analgésicos del afecto, que tienen en la pequeña Sofía –la hija del escritor- el mejor remanso. Deja subrayados  y anotaciones que conforman una sensibilidad que casi siempre mira con melancolía. Es sabido que el diario no es más que una propuesta para deambular de un asunto a otro sin que se extravíen el interés y la complicidad del lector. Y eso sólo lo consigue el talento.
   De buena, de excelente literatura está hecho Cuaderno de interior. El libro, lo digo con enorme alegría, revela un diarista de estatura.  

jueves, 6 de junio de 2013

NIÑO FRÁGIL.

Sal de Plata, Madrid, 2012


Párpados

Noche donde los párpados no cierran,
forzoso itinerario que incomoda,
pesadilla tenaz
de ese yo, niño frágil,
que se perdió en el tiempo;
verdecido repliegue,
irrumpo en ti sabiendo
guarecida la muerte en tu vacío.
Y si esta vez me elude
y desdeña la cita
existe la certeza de otro túnel,
otro encuentro pactado,
allí donde la sombra.

( De La noche en blanco, DVD, Barcelona, 2005)

martes, 4 de junio de 2013

ANTE UNA BIOGRAFÍA.

La Gioconda
Leonardo Da Vinci
Ante una biografía

Cuenta un libro de Historia
que Da Vinci, modelo de humanistas,
en el confuso mapa de viajes y mecenas,
llevó siempre en sus brazos La Gioconda
como parte de sí, como un apéndice.
De tal comportamiento
acaso nos regale una respuesta
el verso de John Keats:
Un bello rostro es un placer eterno.
La proverbial mesura de la tela,
el pulcro y delicado vestuario,
la mancha amarillenta de la mano en reposo,
el óvalo difuso, el largo cuello
o el vedado misterio de la ambigua sonrisa
componían el Todo,
una aparente realidad del cielo.

Sabía el gran Leonardo
que la belleza es fruto
inmutable y eterno,
y quiso ser su sombra.
Aceptaba la propia intranscendencia,
el destino fugaz; andar de paso.

          

Mapa de ruta.
Antología poética (1990-2009)
José Luis Morante
Maillot Amarillo, Granada, 2010
 

domingo, 2 de junio de 2013

JOSÉ SARAMAGO EN SUS PALABRAS.

Con José Saramago.

Una ausencia que está en sus palabras
 
  Hay autores del canon contemporáneo que ya nunca veremos en las casetas de la Feria del Libro de Madrid,  ni repetirán el gesto paciente y resignado de firmar sus entregas al público que aguarda turno, con admiración y respeto. Buena gente que pronuncia unas apresuradas palabras de gratitud, o fija el instante en una fotografía. José Saramago era (es) un escritor de culto, cuyo pensamiento fue recogido por Fernando Gómez Aguilera en JOSÉ SARAMAGO EN SUS PALABRAS, volumen válido para certezas y dudas, con este párrafo de contracubierta: " En el fondo todos tenemos necesidad de decir quiénes somos y qué es lo que estamos haciendo, la necesidad de dejar algo hecho, porque esta vida no es eterna y dejar cosas hechas puede ser una forma de eternidad".
   Tengo en mi biblioteca la obra completa del Premio Nobel portugués. A sus libros, dedicados, regreso cada poco tiempo sólo para recorrer unas páginas, para sentir la complicidad de algunos pensamientos... para comprobar que José Saramago sigue muy cerca.
 
José Saramago en sus palabras
edición y selección de
Fernando Gómez Aguilera
Alfaguara, Madrid, 2010
 

sábado, 1 de junio de 2013

TRES POEMARIOS EN LA FERIA DEL LIBRO.

Antes del nombre
Eloy Sánchez Rosillo
Tusquets editores
Barcelona, 2013
El tiempo menos solo
Abraham Gragera
Pre-textos, Valencia, 2012 
La velocidad del sueño
Juan Pablo Zapater
Renacimiento, Sevilla, 2013