viernes, 30 de septiembre de 2016

RAFAEL SOLER. NO ERES NADIE HASTA QUE TE DISPARAN

Rafael Soler (Valencia, 1947)


SERIE NEGRA

No eres nadie hasta que te disparan
Rafael Soler
Ediciones Vitruvio
Madrid, 2016

  De espaldas al continuísmo gregario de la lírica al uso que sigue las líneas cerradas de lo previsible, el afán creador de Rafael Soler (Valencia, 1947) incide  en cada entrega en los meandros de un camino propio, donde se desvela una búsqueda continua de cauces expresivos singulares. Así lo constata la trilogía Maneras de volver, Las cartas que debía y Ácido almíbar que tienen entre sí enlaces temáticos y una clara voluntad de compartir rasgos del personaje poético.
  No escapa al lector el punto de ironía que constata el aserto No eres nadie hasta que te disparan; el su sentido recrea ese punto de malditismo de la serie negra que aborda la verdadera identidad del yo a partir de la respuesta que sus actitudes crean en los demás.
  El voluminoso contenido poético –otro signo peculiar en una época tendente al poema breve y al libro orgánico que compila medio centenar de poemas- yuxtapone cinco apartados y un epílogo formado por una única composición. Así que cada uno de los segmentos postula una presencia verbal diferenciada.
  El de arranque, “Cuaderno de Elvira” conjuga un enfoque en femenino, como si postulara un plano secuencial apelativo. Ella compartió un pasado común que llega hasta el ahora cercenado por la decepción y por una soledad que hace suya el efecto invernadero de los sentimientos agotados. Pero el hablante de estos versos no monopoliza un único sitio para un soliloquio que va mudando en el tiempo y va dejando pautas entrelazadas, como si fuesen puntos de luz expuestos a la intemperie que es necesario mirar para entender la quietud estable del presente.
  Toda evocación postula un escenario con personajes que dan continuidad a la historia con los detalles ajustados que requiere el guión. Si todo Caín tiene su Abel, todo el discurso introspectivo de Elvira es una forma de moldear el rostro de Martín. Los poemas del segundo apartado, “Cuaderno de Martín” enuncian el tramo firme de otra ribera, esa mitad expuesta que se convierte en víctima y narra,con ambientación de cine la propia muerte y los gestos posteriores: el paso del sicario, la ausencia de la viuda, la silueta de tiza dibujada en el suelo, los investigadores que buscan pruebas del asesino… Toda esa codificación de pantalla grande que lleva en su desarrollo un notable humorismo para velar cualquier rictus patético ante la ruptura sentimental. Consumido el amor, la vida breve es un escueto sepelio por discurrir, un viaje hasta el tanatorio del olvido y la nada.
    Otra máscara más de esta representación coral es Abel. Su estar se resuelve no con la voz directa del sujeto sino con la lejanía del narrador, como si fuese la voz interpuesta de la conciencia que hace incómodo el ensimismamiento y fuerza a salir al día para dejar constancia de una actitud punible. El nombre prestigiado por la senda cultural, el Abel bíblico, aquel arquetipo de bondad y mano tendida es ahora el asesino, ese pistolero que desenfunda y mira después el cañón humeante como si hubiese cumplido su parte del encargo.
   El paso argumental sube el declive de la última vuelta; atrás queda la estela del suceso cumplido. Y es tiempo ahora de buscar el lugar de los hechos antes de la impostura, cuando todos los elementos se disponían con la mansa placidez de la inocencia, ajenos a cualquier disonancia, acaso sin dar pie a que se va consumiendo una cuenta atrás, un grado cero para la rutina.
   Ya se ha comentado que el poemario está repleto de conexiones cinéfilas y que en la simbología de los apartados  la expresión privada de los afectos y desafectos se convierte en un discurso con vocación visual. Nace así una épica subjetiva en la que el perdedor se hace fuerte en la palabra y en las paradojas que suscita. El vínculo entre poesía y séptimo arte se hace más explícito en el apartado “El cine, en el cine” que parece evocar el interior puro de un cuaderno de rodaje, dando a cada figurante su papel deseado para que todo encaje como las piezas de los sueños. Queda el epílogo, esa identidad maltrecha que sale al día en el espejo y que busca su voz en la escritura como si el pasado apenas le perteneciera y es preciso indagar que la memoria sigue inalterable o se ha convertido en el fruto estéril de un tiempo gastado.
  No eres nadie hasta que te disparan invita a una lectura narrativa, con una compartida voluntad simbólica que apenas cede sitio a lo biográfico, pero que deja en el rincón del pensamiento un cúmulo de verdades internas, una voz indulgente sobre el singular trazado de fronteras que encubre la existencia. Y lo hace con el tono insurrecto de quien se niega a usar expresiones asentadas en el coloquialismo, por lo que la dicción poética enlaza asociaciones sorprendentes, busca imágenes inéditas y hace de la adjetivación un afán lúdico.
  Un libro distinto, que legitima un afán de vanguardia también para las verdades del corazón.  


jueves, 29 de septiembre de 2016

AFORISMOS MILITANTES

La tinta fresca de lo real
(Madrid, 2016)
Fotografía de
Marta Semitiel

AFORISMOS MILITANTES


A menudo la vida carece de sentido, es abstracta y compleja. La literatura no.

Considera cada libro como un ejercicio de aprendizaje.

Todo escritor soporta el previsible anclaje de la lectura.

La realidad tiene signos secretos.

Bajo la gota fría, el trazado del sendero se diluyó. Rumbo incierto.

Me gustan las noches de doble fondo, en las que caben vigilia y sueño.

Esa manía de la memoria de revisar apuntes atrasados.

Siempre que concluyo un libro, firmo con la escritura discreta del aprendizaje.

La verdad no es un área reservada para soledades ariscas.

Cuando avanzo hacia ti te desvaneces.

Consumo la relación incierta del autista y su temporada en el invierno.

Un porte sólido. De fantasma.

Cuando tenía veinte años, Jaime Gil de Biedma no era un poeta cualquiera. Era el poeta.

La biblioteca, ese amplio gremio de deudas contraídas.

Conspiración entre sustantivos comunes, verbos fríos y adjetivos ecuánimes.

Nombres propios que ya no recuerdo; el final de una biografía deja sitio para mucho olvido.



PD.- Esta selección de aforismos fue traducida  al griego por Virginia López  Recio, filóloga y profesora en el Instituto Cervantes de Atenas, para integrase en las páginas de la revista Nea Efthinidirigida por  Angelís Dimitris, doctor en Filosofía, ensayista y poeta.




miércoles, 28 de septiembre de 2016

BLAS DE OTERO. EL COMPROMISO EN LA POESÍA

Blas de Otero

EL EJEMPLO DE BLAS DE OTERO

   Una cronología, el trigésimo aniversario del fallecimiento de Blas de Otero, proporcionó el motivo para la convocatoria en Granada, entre el 27 y el 29 de enero de 2010, de un foro internacional. En torno al paradigmático poeta coincidieron más de veinte estudiosos de la lírica contemporánea. El volumen Compromisos y palabras bajo el franquismo, editado por Araceli Iravedra y Leopoldo Sánchez Torre, compila las actas del congreso y permite profundizar en el legado intelectual y en los claroscuros biográficos.
   Sabina de la Cruz, compañera sentimental del poeta desde 1971 y albacea testamentaria, aporta el trabajo liminar; centra su intervención en un paréntesis temporal (1943-1944) que coincide con la crisis que condujo a su primer internamiento psiquiátrico, y la penuria económica de posguerra que se convirtió durante años en un mal endémico y colectivo y fomentó la búsqueda de canales alternativos de supervivencia. Como privilegiada conocedora de entresijos coyunturales, nos descubre siete cartas inéditas dirigidas a un amigo cercano, Antonio Elías Martinena.
   La necesidad de integrar el material literario en el discurrir colectivo fue tratada con singular acierto por Jean Paul Sartre en su ensayo ¿Qué es la literatura? Aquel texto de 1948 se asentó de inmediato como bibliografía básica sobre la eficacia del valor estético. Fomentó un debate que todavía no ha periclitado y ahora se recupera al abordar la relación contextual de la poesía de Otero. A él se dedica el cuerpo central de Compromisos y palabras bajo el franquismo.
   Lo social como clave temática crea escuela, se convierte en elocuente epígrafe, sintetiza un recorrido en la que abren senda Blas de Otero y Gabriel Celaya. Sin embargo, la exigencia ética transciende ese periodo de humanismo utópico y deviene coordenada referencial en el quehacer de las promociones siguientes. El legado reitera vínculos con la Escuela de Barcelona, aquel subgrupo mediosecular que aglutina a Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral y José Agustín Goytisolo, También con Ángel González en cuya poesía abundan los ecos sociales, los ingredientes de denuncia y el empleo de una ironía crítica distanciadora.
    Esta filiación languidece en los años setenta, cuando se impone como tendencia dominante el formalismo esteticista, y vuelve a aflorar en el comienzo de los ochenta debido al impulso de “la otra sentimentalidad”. La estela de la poesía cívica no se apaga con Javier Egea, Álvaro Salvador y Luis García Montero, yuxtapone matices y crea enunciaciones que difunden la utilidad ideológica en el cambio de siglo.
   La posguerra, el franquismo consolidado y la postrera etapa de la dictadura fueron estrictos vigilantes de la libertad expresiva. En ese marco agónico los valores oterianos mantienen su vigencia; la escritura preserva su vocación transformadora y se hace portavoz de afanes colectivos. El entramado lírico difunde una actitud crítica ante la realidad circundante y propicia el ensanche de la conciencia individual. Su coherencia y unidad sigue pidiendo al tiempo la paz y la palabra.   
                                         

   
Compromisos y palabras bajo el franquismo
Recordando a Blas de Otero (1979-2009)
Araceli Iravedra y Leopoldo Sánchez Torre (eds)
Renacimiento, Sevilla, 2010


                                                                                       

martes, 27 de septiembre de 2016

LA PIEL DE LOS SECRETOS

El otro yo
Fotografía de
Javier Cabañero


SECRETO


Vela mi voz
la piel de lo que callo.
Perdura dentro. 



lunes, 26 de septiembre de 2016

ESTANTERÍA DEL CANSANCIO

El orden del cansancio


CANSANCIO


Lista incompleta de elementos varios
que alrededor conspiran:
los labios del teléfono,
la piel brillante del metacrilato,
la cisterna sonando como un disco incesante,
el texto amorfo de un recibo bancario,
el traje de un invierno prematuro
pintado en la rejilla,
los cactus, esos pulpos vegetales...
Acicates oscuros para que yo reincida
en el acto más mío: no hacer nada.

                     (De Un país lejano, DVD, Barcelona, 1998)



viernes, 23 de septiembre de 2016

PERE SABORIT. EL PLATO PREFERIDO DE LOS GUSANOS

El plato preferido de los gusanos
Pere Saborit
Traducción de
José Luis Trullo
Ediciones Trea, Aforismo
Somonte-Cenero, Gijón, Asturias, 2016

MÁCULAS Y BAJORRELIEVES

 El aforismo actual cultiva una parcela creciente que, de forma continua, va añadiendo a su práctica una incansable nómina de autores hasta formar el tronco sólido de un gran árbol literario. Uno de los impulsores de este renacimiento del género es José Luis Trullo, editor y director de la revista monográfica El Aforista, y ahora traductor al castellano de la entrega de Pere Saborit (Manlleu, Barcelona, 1961), doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona y autor de un extenso trabajo de pensamiento compuesto por las entregas Anatomía de la ilusión, Política de la alegría y Vidas adosadas.
  El aserto que da título a esta salida de Pere Saborit, El plato preferido de los gusanos, es inquietante, crea ese temblor oscuro de la pintura de Valdés Leal, o las zonas umbrías que dejan en la retina los cuadros de Solana. Recuerda nuestro andar de paso, esa condición perecedera de la materia que hace de la muerte decisiva estación final, singular abstracción que desaliña cualquier voluntad en los sustratos del desasosiego.
  La aforística del profesor catalán sondea el mar revuelto de la realidad y asume que el oleaje está repleto de contradicciones. Nos quedan las estrategias de la inteligencia para construir radas a resguardo, para mirar con objetividad lo que sucede y buscar distancia. Una vez instalado en el mirador de lo objetivo, el protagonista verbal pone su lente de análisis sobre la superficie de la realidad para encontrar en su textura máculas y bajorrelieves.
En la praxis aforística, la voz omnisciente es una contrafigura del autor oculta bajo el velado de la escritura. De este modo, el yo se convierte en otro. Pere Saborit denomina X, una letra interrogativa también empleada con frecuencia en las páginas autobiográficas de los diarios, a la identidad del protagonista, como si sus rasgos pudiesen aglutinar los trazos múltiples de un yo social. Así, el enfoque de los textos permite abrir un amplio campo meditativo que abarca desde la soledad buscada del pensamiento solipsista hasta la materia prima de la convivencia y sus relaciones entre sujetos.
 Los aforismos de El plato preferido de los gusanos integran en su ecléctico desarrollo un variado catálogo de recursos expresivos. Hay tonos de ironía: “Teniendo en cuenta que cuando nació no conocía a nadie, X. creía que las cosas tampoco le habían ido tan mal”, “Según X., todas las mujeres deberían llamarse Consuelo”; se percibe el rumor calmo del escepticismo: “Según X., el hecho de que todo el  mundo posea un rostro diferente es una prueba irrefutable de que Dios –en caso de existir- aún no ha superado el estadio de producción artesanal”, “X. creía que nuestra vida real tiene un valor tan escaso, que ni siquiera se merece que muramos con una sonrisa en los labios”; y hay un amplio acopio de textos meditativos sobre el sentido de lo existencial, como forma de orientación en el espacio y en el tiempo, como necesidad de encontrar a esta caótica concepción del mundo una buena salida de emergencia.      


miércoles, 21 de septiembre de 2016

CASA VACÍA

Puertas, vidas
(Pola Ulloa)
Fotografía de
José Manuel Vilaboa Bernárdez

CASA VACÍA


  En esta casa ya no vive nadie pero están todos los moradores que ocuparon los muros lastimados de sus habitaciones. Escucho su fisiología desperdigada en pasos, rumores, toses o gemidos. De cuando en cuando callan, como si se hubiesen mudado por unas horas a otro lugar. Pero siempre regresan. Esta noche olvidaron cerrar la puerta de la entrada y apagar las luces. Alguien me despertó. No supe qué decir; me siento un extraño ocupando una casa vacía.
  Ellos me reconfortan y justifican mi presencia: “alguien debe soñarlos”

( Del libro en preparación Cuentos diminutos)



martes, 20 de septiembre de 2016

DESCONFIANZA

Entre dudas
Fotografía de
Lucila Sesma
(José Luis Morante, septiembre, 2016)

DESCONFIANZA

. Desconfío de las biografías legendarias, que no saben de quién es su pasado.

. Desconfío de la vida sana, ese túmulo de hábitos saludables que antes o después acabará metiéndonos en el ataúd.

. Desconfío de los que visten, con monotonía e insistencia, el abrigo de los compromisos y carecen de tiempo para el otro.

. Desconfío de quienes tienen temprana conciencia de su genialidad.

. Desconfío de los que piensan que el talento brota de la nada.

. Desconfío de quien hace de las relaciones personales un insalubre trastero, un lugar siberiano.

. Desconfío de esa obsesión indígena que llena de himnos, banderas y escuadrones la plaza de su pueblo.

. Desconfío de las amistades aparentes, con exuberancia decorativa.

. Desconfío del escritor que hace de la vida una actividad subalterna, llena de signos de puntuación.

. Desconfío de mí, también cuando parezco yo.


                                                                      (Notas para un espejo) 


lunes, 19 de septiembre de 2016

PHILIP LARKIN. ANTOLOGÍA POÉTICA

Antología poética
Philip Larkin
Edición y traducción de
Damià Alou
Cátedra, Letras Universales
Madrid, 2016

ANTOLOGÍA POÉTICA

  La producción poética de Philip Larkin (1922-1985) viaja a nuestro ámbito con lentitud. Hasta 1986 no se traduce al catalán, en breve antología prologada por José María Valverde. Y tres años después Marcelo Cohen vierte al castellano Ventanas altas. Poco a poco, con humildad, como corresponde al tono general de su poesía, arranca el goteo de nuevas traducciones, realizadas por Álvaro García y Jesús Llorente Sanjuán, que anticipa la eclosión en 2014 de Poesía reunida, un conjunto que aglutina la obra de madurez y convierte a Larkin en un referente.
  La edición Antología poética, de Damià Alou, busca el paisaje esencial del escritor anglosajón y regala algunos inéditos, no compilados en libro autónomo. Se extiende además en un sugerente esbozo biográfico que clarifica el perfil del poeta. Nacido en el seno de una familia acomodada del centro de Inglaterra, con ideas muy conservadoras y nítida preocupación cultural, Philip Larkin se va formando bajo la severa mirada de su padre y comienza a escribir en su juventud, cuando también desarrolla una sostenida afición al jazz. Su miopía le impide participar en el conflicto bélico de la II Guerra Mundial, aunque sufre sus estragos, que dejan huella profunda en sus composiciones primerizas. Estudió en Oxford, tuvo una relación animosa con el ambiente universitario, escribió novelas y protagonizó varias relaciones sentimentales con complejas identidades femeninas.
  Su obra no encuentra respaldo crítico hasta 1955. Ese año se edita Engaños, su primer trabajo de madurez, en 1962 sale Las bodas de pentecostés, una entrega que lo consagra de forma definitiva, y en 1974 se distribuye Ventanas altas, que Damià Alou titula en esta edición Ventanales.
  El punto de inflexión del itinerario creativo de Larkin lo marca la lectura de Thomas Hardy, en él encuentra emoción, léxico sosegado sin retoricismos pretenciosos, e inmersión en los modestos pertrechos de lo cotidiano. Así nace un dogma estético, aireado en el poema “Modestias”, cuya primera estrofa dice: “Las palabras sencillas como alas de pájaros / no mienten, / no adornan las cosas / por timidez. “. En su forma de concebir la escritura se señala la coherencia entre vida y obra como derivaciones confluentes de una misma conciencia, sin retoques ni embellecimientos pretenciosos. En su escritura traza huellas la verdad de la experiencia, el leve  paso de la grisura diaria. Su estilo tiende al poema relato y aborda los argumentos como epifanías, como un territorio anecdótico que explora una situación, ese momento único que amalgama el suceso  y su impresión en la experiencia. De este modo, la escritura se convierte en una travesía desde el figurante verbal y el nosotros, con artificios expresivos que adquieren el tono de la oralidad.
  Más que declaraciones programáticas, Philip Larkin prefiere dar voz a los versos para que ellos enuncien la verdad del poema. deja que el lector descubra que “la poesía es emocional en su naturaleza y teatral en su funcionamiento, una hábil recreación de la emoción de la gente”.


sábado, 17 de septiembre de 2016

CRITERIOS DE ANTÓLOGO

Conferencia de José Luis Morante
Asociación Cultural Alberche de las Artes
Biblioteca Muncipal de Cebreros


RAZONES PARA LA ANTOLOGÍA RE-GENERACIÓN


   Treinta años de crítica literaria proporcionan un nítido paisaje del panorama poético actual representado en Re-generación, un catálogo de voces jóvenes que incluye veinticuatro poetas nacidos entre 1980 y 1995, es decir la primera fila del siglo XXI. El resultado da cuenta de un ahora muy fértil, desplegado no solo en poesía sino también en otros géneros como el relato, la novela o la traducción.
   La antología aparece en la editorial granadina Valparaíso y se distribuye al mismo tiempo en España y en Latinoamérica para resaltar el rostro versátil de los escritores contemporáneos incluidos. La idea del libro Re-generación comenzó a gestarse en 2013, cuando el poeta Xosé Bolado, director de la revista asturiana Lliteratura me pidió un artículo sobre la poesía más joven; aquel encargo fue creciendo hasta convertirse en una larga etapa de dos años dedicado a leer entregas de la nueva hornada. Así se acotó esta lista de autores que ha ido formando el nítido perfil de un gran momento creativo. La introducción repasa los signos de identidad de esta generación, a saber las relaciones básicas entre lírica y tecnología, el afán de continuidad, la pluralidad de idearios estéticos, la expansión del trabajo creador en la red y otras nociones como el contexto histórico. También se clarifica el itinerario creador de cada poeta con breves pinceladas definitorias de su identidad. Pero es el muestrario de poemas, editados o inéditos, el que da cuenta con suficiencia del arte verbal del grupo escogido.
   Es evidente la voluntad de diálogo entre los incluidos con una sensibilidad abierta hacia espacios lingüísticos fuera del idioma natal. En la antología Re-generación está el avance de una promoción activa, que alienta una obra en ciernes, que hace de la palabra poética revelación y conocimiento, y mira hacia el futuro con el deseo de ensanchar los límites del lenguaje.
  Esta tarde en Cebreros, gracias a la invitación de la Asociación Cultural Alberche de las Artes y de su biblioteca municipal volveremos a hilvanar razones y versos, la voz emotiva y firme del mañana poético.


viernes, 16 de septiembre de 2016

POESÍA EN TIEMPO DE VENDIMIA

Piletas en cascada
Cebreros, Ávila
www.celtiberia.net 

RE-GENERACIÓN en Cebreros


  Mañana sábado, toca presentar la antología Re-generación en la biblioteca de Cebreros, gracias al trabajo incansable de Alberto López Langa, al frente de la Asociación Cultural Alberche de las Artes. El viaje casi coincide con las labores propias de la vendimia. Despierta mi memoria. A pesar de los años no he perdido el asombro que llenaba mis ojos al descubrir en las tortuosas ramas de las parras los cuajados racimos. Tenía mi padre un mínimo majuelo hecho de tierra roja y arcillosa y linderos de zarzas, y en él presencié cuando era niño la brega con los racimos, su cuidado reposar en los cestos de mimbre y el posterior traslado a la bodega en carros y remolques. Pisar la uva era un premio infantil, permitía caminar descalzo sobre los racimos y mirar los regueros olorosos del vino hasta el pilón, y era también agrupar los orujos en pequeños montones para un prensado último que los dejaba exhaustos. Son recuerdos antiguos que llenan mi memoria mientras vuelven mis ojos al campo de Cebreros, municipio abulense donde naciera Adolfo Suárez, la figura clave de la transición, y donde se preserva intacto su papel político y un amplio anecdotario biográfico.
   Esta vez mis palabras se quedan a campo abierto, en las cuidadas viñas de la localidad que mejor representa en la provincia de Ávila la vieja tradición de las uvas maduras. Al cabo, también el antólogo de Re-generación ha realizado su particular vendimia entre los libros de los autores más jóvenes para dejar ante el lector la cosecha plural de la buena poesía.



jueves, 15 de septiembre de 2016

KARMELO C. IRIBARREN. HACIENDO PLANES

Haciendo planes
Karmelo C. Iribarren
Editorial Renacimiento
Sevilla, 2016

RUMOR DE VIDA


   Leo Haciendo planes de Karmelo C. Iribarren (San Sebastián, 1959) como si fuese la primera vez que dialogo con la voz del poeta. No quiero adentrarme en este callejero poético con juicios previos, con esas miradas de autosuficiencia de los que especulan con lo previsible. La sencillez es una tierra de nadie que suele alejar a los que buscan ostentosos escaparates de naderías Y mantengo esta actitud porque quiero recorrer los poemas de Karmelo C. Iribarren con el hedonismo satisfecho de quien descubre una geografía literaria proclive al asombro y se siente en una isla; en ella, como un náufrago privilegiado, reivindica en soledad un carpe diem, reformulado con sereno intimismo por Luis Alberto de Cuenca en la cita de inicio: “Vive la vida con sus alegrías / incomprensibles, con sus decepciones / (casi siempre excesivas), con su vértigo”.
  De este ideario llega, con cadencia de fruto antiguo, la lluvia que resuena en el primer poema. Es un repicar suave, tangencial, que hace temblar el epitelio del tambor con el tacto personal y rutinario de lo cotidiano. Así nace el poema, un texto que tiene en su materia menguante el tono menor de la cercanía y que no inventa excusas para sentarse a una mesa común y compartir luces y sombras, ese rumor de vida de un destino sin secretos ni estridencias, formulado en la barra del bar, que mantiene la claridad del agua.
  De esa proximidad nace la certidumbre de que el entorno –lugar con grietas que tiende a la grisura y repite trajes laborales- está repleto de versos, una poesía que se ajusta a la media voz y que parece definirse con brillo precario. Karmelo C. Iribarren se sienta con ella para descubrir sus líneas esenciales, con una formulación escueta y despojada, pero capaz de transmitir (no encuentro otra perífrasis para mi asentimiento) la emoción de lo auténtico.
  El poeta no niega que toda biografía bosqueja una labor de tramas conocidas y que su cumplimiento genera un punto de decepción. Por tanto es necesario que la existencia remonte vuelo, al menos en el poema. La vida casi nunca ofrece nada a cambio, obliga a acodarse en el escepticismo y hace que la ironía muestre al tiempo un itinerario continuo en el que los pasos marcados no tienen mucha trascendencia. Así va tejiendo en su progresión temporal su tapiz de erosiones.
  Tras la lectura, queda claro el punto de partida del poema: el ahondamiento en la expresión concisa, sin márgenes florecidos, solo una trocha central en la que van amaneciendo sensaciones que se ciñen de inmediato al discurso narrativo con una continuidad natural. Una poesía donde suena la escala armónica de quien se sienta a observar el momento revelador de tres o cuatro callejuelas que resumen el mundo  y nos acercan las paradojas de una realidad compartida, que depara emoción y certidumbres. Lírica de focalización intimista que pone luz en el discurrir de los relojes con la humilde voluntad de una cerilla.




                                                                

miércoles, 14 de septiembre de 2016

ÍCARO Y LA NECESIDAD DEL MITO

Perspectiva Ícaro


A VISTA DE PÁJARO

                            Para Rosario Troncoso

Ícaro vuela
con precisa rutina.
Olor a cera.




lunes, 12 de septiembre de 2016

LUIS BAGUÉ QUÍLEZ. LA MENINA ANTE EL ESPEJO

La menina ante el espejo
Luis Bagué Quílez
Fórcola Ediciones
Madrid, 2016

 A PIE DE LIENZO


  En Paseo por la identidad (Visor, 2014)  Luis Bagué Quílez, protagonista orquesta de un incansable afán creador, dejaba en sus poemas dos resortes expresivos que multiplicaban la complicidad del lector: ironía y tono paródico. Son signos que preserva en su nueva entrega, La menina ante el espejo, una indagación ensayística que visita un museo virtual sin ángulos muertos. Hablo aquí del poemario Paseo por la identidad porque la senda reflexiva de aquel libro reconocido con el Premio Alarcos de Poesía no es ajena a las vetas de pensamiento abiertas por la prosa de La menina ante el espejo ni al contexto histórico compartido bajo la cúpula de la sociedad digital.
  El liminar plantea el campo estructural del estudio, una mirada al arte, la literatura y el cine como espacios creativos con zonas comunes y habitaciones comunicadas. En palabras del autor, el libro es “un merodeo en torno a la poética del vacío a la que asoman la visión artística y la visión literaria en la cultura global. Las observaciones de un paseante que se escuda, con la complicidad de Aquiles, tras una geometría esférica, circular, englobada”.
  La tesis ilusionista de esta pinacoteca sin muros contiene una colección distribuida en ámbitos. Los que se adentran en ella, tras el paraguas rojo de la voz narrativa, encontrarán un amplio vitalismo expansivo. Solo se exige percepción en vela y una disposición abierta a lo interpretativo cuando tomen la palabra núcleos argumentales no exentos de complejidad.
  El itinerario comienza pormenorizando los efectos secundarios de una intervención poética de Raúl Zurita que emplea el cielo de Nueva York como laboratorio óptico para escribir versos. Esa conmoción visual tiene un antecedente en el azul de Chile recuperado por Roberto Bolaño, en una enciclopedia apócrifa de la literatura nazi. En ella se habla de Carlos Ramírez Hoffman, un militar torturador y artista polifacético, que reproduce sobre el aeropuerto militar de El Cóndor versículos del Génesis para exaltar su poética de la destrucción y homenajear a la jerarquía militar y sus métodos abominables. El hecho se repite en otra novela de Bolaño cuyo protagonista, Carlos Wieder, imita la biografía de Hoffman, aunque sea como posible experiencia alucinógena. Cabe preguntarse el sentido de estas intervenciones, qué propósito artístico persiguen y qué relación intertextual encadena los talleres creativos de Raúl Zurita  y Roberto Bolaño.
  La fidelidad descriptiva de esta reseña no puede compendiar en una mirada la retrospectiva completa de cada sala; así que dejaré una escenografía parcial, con elementos ausentes. Si en la primera sala, en la que también estaban los cuadros de Antonio Berni y el dolor por los desaparecidos argentinos de la dictadura, parecía sobrevolar como síntesis aglutinadora la pregunta de si el arte sirve para expresar la violencia extrema o estaba legitimado para dar permanencia al dolor o la crueldad, en la nueva sala el clima de angustia desaparece con el nuevo protagonista. Se enfoca ahora la pintura de Edward Hopper.
  Pintor caracterial, a Hopper se le define como un artista de obsesiones estáticas. Sus cuadros representan el silencio, la espera, la soledad de los lugares de paso, la incomunicación o la rutina en lugares que parecen estacionados en un rincón del tiempo. Luis Bagué Quílez aborda la personalidad del pintor como representante cualificado de una etapa histórica: La Gran Depresión. En efecto, los personajes de Hopper digieren en su ensimismado estar las expectativas truncadas, son el reflejo de una clase media que ha perdido su situación de privilegio y aborda con inquietud un mañana sombrío; por eso hacen de la espera una razón metafísica.
   El legado pictórico de la sala 3 viaja hasta el renacimiento florentino a través de la obra de Paulo Uccello, uno de los impulsores de la perspectiva Ícaro por su empeño en dibujar las formas a vista de pájaro, exento de trabas terrenales y de levitaciones metafísicas. La epifanía aérea de Uccello trasciende lo sensible. Sitio cercano ocupa Pieter Brueghel, el artista flamenco de los aquelarres visionarios en los que no falta cadencia expositiva, algo de humor y mirada distante ante lo imprevisto.
  El título del ensayo anticipa que Luis Bagué Quílez dedicará un enfoque detallado a los hitos pictóricos de Diego Velázquez, que forman parte de una colección permanente y de obligatoria visita. A partir de Las meninas, se plantea una sólida teoría del autorretrato. Aquella estampa cortesana no es sino una manera de contemplarse a sí mismo mientras dibuja y hacer partícipe al espectador de su condición de artista de la corte y de su papel social. Dentro del cuadro los elementos se singularizan para dar un protagonismo central al reflejo del yo. Esta reflexión del autorretrato velazqueño se prolonga con otro pintor, Francesco Mazzola Parmigliano, cuyas distorsiones ópticas muestran una identidad sumergida más allá de las apariencias, que parece anticipar las iluminaciones de Rimbaud.
  El demorado estar a pie de lienzo nunca pierde el asombro del montaje imprevisto. Los elementos del relato se yuxtaponen como si ofertaran una adición de novedades que galvanizara la percepción reflexiva. El paseo por lo diverso incluye  a Botticelli, Vermeer, Marc Chagall, Picasso, Magritte…Nombres propios que dejan la ventana abierta a la especulación y al encuadre distinto
   En una sociedad abierta al egotismo del selfie, que hace de paisaje y entorno cultural marcos secundarios de los rasgos en primer plano del yo, el ensayo de Luis Baqué Quílez focaliza las formas artísticas más allá de su apariencia pictórica, para descubrir su entrelazado con la poesía o el cine, nos muestra el recorrido de un voyeur por los muros abiertos del tiempo digital, que amplía la realidad y actúa como agente transformador. En suma, una propuesta memorable, siempre comprometida con lo poético, que se inscribe en un género escasamente transitado, en el que afloran las relaciones básicas entre los distintos lenguajes de la creación. Al cabo, "el arte es la aventura de la metamorfosis".


domingo, 11 de septiembre de 2016

HAIKUS JUNTO A UNA HOGUERA

Formas

                                             JUNTO A LA LUMBRE


Brillan hogueras
en el aire nocturno.
Fulgor rojizo.

  
Puesta de sol.
Impacientes suburbios
y despedidas.


 Manso rompiente.
El sonido del agua
vela silencios.


                                                Negra planicie,
tan igual a sí misma
como el desierto.

  
Ellos ignoran
la dirección del agua.
El viento, brújula.


                                               En lo recóndito
                                               la oscuridad vacía
que nos espera.

             (De Nubes, Málaga, 2013)


sábado, 10 de septiembre de 2016

CON VOZ DE DIARIO ÍNTIMO

A media luz


CON VOZ DE DIARIO ÍNTIMO

Escritura y docencia; un vecindario avenido que paga en común luz, teléfono, viajes y los recibos de la librería.

Hay escritores que sustituyen la Literatura por la Sociología

La poesía no cae del cielo sino de las estanterías.

Cada libro oculta un fracaso premeditado.

Me llega la reclamación de un haiku descontento con sus límites formales.

Aceras que congregan un contagio de prisas.

 Alguien habla en voz alta. Otro asiente a intervalos. Una multitud conectada con un oído atento en la distancia. Solo yo permanezco fuera de cobertura.

Elijo un ventanal que testifica el tránsito incesante. Frente a mí dos asientos vacíos para el otro y el yo,  y esa caligrafía de la ausencia que escribe en lluvia oblicua.

viernes, 9 de septiembre de 2016

LOS OTROS PASOS...

En el parque
Fotografía
 de
pampanos wordpress.com

LOS QUE ESPERAN

   Llegan temprano al parque desde algún itinerario común y repetido. Caminan lentos, con un rumor de brisa en los zapatos y los ojos clavados en el suelo. De vez en cuando relatan vidas improbables, hechos que ahora parecen tangenciales y oscuros. Cuando están en el parque nada ocurre, pero son más ellos, con la vista fija en ese oficio que tan bien conocen: esperar. 


jueves, 8 de septiembre de 2016

ÁNGELES MORA. BAJO LA ALFOMBRA

Bajo la alfombra
Ángeles Mora
Visor Poesía, Madrid, 2008

                          EL LENGUAJE DE TODOS LOS DÍAS

   Calmada y casi olvidada la agitación pintoresca que provocara en el cierre de siglo la etiqueta “poesía de la experiencia”, se puede ahora, con reflexiva mesura, encarar el trayecto que sus componentes emprenden, libres ya de las compuertas de una taxonomía simplificadora. Ángeles Mora nace en Rute en 1952 y su amanecida poética coincide con sus estudios de Filología Hispánica en la Universidad de Granada. La ciudad disfrutaba en los años ochenta de un ambiente cultural enriquecedor que prodigaba iniciativas y sacaba a la luz una buena cosecha de voces emergentes bajo el magisterio teórico de Juan Carlos Rodríguez y el credo estético de Juan de Mairena. Ángeles Mora entrega como carta de presentación el libro Pensando que el camino iba derecho, una obra editada en 1982, que busca su título en un verso de Garcilaso de la Vega para esbozar un cancionero de ausencia.
   Desde aquel inicio hasta Bajo la alfombra ha culminado un largo viaje creador, del que dan cuenta las muestras Antología poética (1982-1995), con palabras liminares de Luis Muñoz, y Las mujeres son mágicas, una edición impecable de Cuatro Estaciones presentada por Miguel Ángel García. Son panorámicas enriquecidas más tarde con la entrega Contradicciones, pájaros, en 2001.
   Bajo la alfombra alude a ocultación y desvelamiento, a lugar que esconde intimidad, y a materia cotidiana que testifica la convivencia del sujeto con lo doméstico. La apertura “De poética y niebla” insiste en la idea asociando dos términos contradictorios en apariencia: la poética explicita intenciones; la niebla borra. El sentido final de la escritura no revela enigmas, es únicamente un impulso de búsqueda que se asoma a ese fondo sin límites por donde aparecen las palabras para dar cuenta de una subjetividad que avanza tanteando: “Escribir es niebla. / Para mí quiero / todas las palabras. / Cuando escribo me escriben. / En su tela me enredo”. Lo metaliterario es hilo argumental que unifica las composiciones de la primera parte; la palabra integra la posibilidad de decir, da sentido a los hechos, alumbra sensaciones y una convivencia solidaria con las cosas. El segundo conjunto, “De poética erótica” asocia palabra y deseo; del mismo modo que la palabra lleva desde una búsqueda de significado a otra búsqueda, el deseo impulsa a recorrer un paciente laberinto que nos acerque al otro, traza itinerarios, supone encuentros que anulen la condición de solitarios y nos dejen la luz de un sol ajeno, el camino de una piel por compartir. La indagación en la materia verbal concluye con “Interrogaciones”, articulación de la duda desde la poesía, indagación en la sensibilidad que habita no en lo trascendente sino en el lenguaje de todos los días.
   La monotonía esencial de lo cotidiano vertebra la sección central, “para seguir viviendo”. La mirada introspectiva acusa el devenir, percibe la erosión que busca sitio en la profundidad de los espejos; la felicidad del pasado y la esperanza languidecen en un presente cárdeno, que abunda en reflejos y anuncia el final de la tarde.
   La semántica del apartado de cierre, “caminos de vuelta”, sugiere una estructura circular. Como escribiera Brecht, la verdad es concreta; el protagonista lírico en su viaje de conocimiento ha descubierto que oscuridad y luz se entrelazan en el itinerario. El sentido de las cosas no es diáfano; la salida puede ser una entrada al laberinto; detrás de cada historia se escribe otra historia subterránea.
  La entrega Bajo la alfombra permite descubrir las claves de un discurso lírico en su etapa de madurez. Los poemas argumentan itinerarios de ida y vuelta sobre dos nociones: las variables expresivas de la palabra en su búsqueda de sentidos y la constante refundación que el fluir temporal somete al protagonista verbal: “Pronto / otras palabras subirán deprisa / la escalera, / se abrirán cuando rompan / la corteza de las que te dimos. / Es un rumor creciente el porvenir”. 


miércoles, 7 de septiembre de 2016

TIPOLOGÍAS. MUJER TÉMPANO

Mujer de hielo
Fotografía de
www.fotonatura.org

MUJER TÉMPANO

   Insulsa, altiva, siempre ascendiendo por la rama más alta de la vanidad, siembra cada jornada cirros sucios en los cielos más claros. Si te mira abre grietas, desanda cicatrices y provoca el goteo de un malestar sesgado, que desconoce la razón de la culpa.
  Como una esfinge sin secreto, renace en la mañana, con su tacto de frío, la mujer témpano.




martes, 6 de septiembre de 2016

AFORISMOS DE AMANECIDA

Aquella aurora de rosados dedos

AFORISMOS DE AMANECIDA


Esos amigos que parecen puzzles en los que no encaja ninguna pieza.

Un anclaje en el aire.

Queda la versión íntegra de su historia personal. Nada con un fondo rosa.

Solidaridad de papelera, que deja sitio de inmediato a todo lo que sobra.

El topo defiende la semejanza cromática.

Solo percibe las palabras propias. Las voces ajenas son ruidos abruptos.

Me dedicó en seis meses tres adjetivos, dos adverbios y cuatro preposiciones. Un despilfarro austero.




lunes, 5 de septiembre de 2016

MULETILLAS ABOMINABLES: "TÚ TRANQUILO"

Tú, tranquilo


MULETILLAS ABOMINABLES: “TÚ, TRANQUILO”


  Existen muletillas conversacionales abominables, como aquel monstruo de pasos árticos, que congelaba el ánimo de los montañeros extraviados. Son muchas, pero de todas ellas una alcanza la máxima puntuación en mi rechazo. Es el enunciado: “Tú, tranquilo”.
  Lo pronuncian con cuidadoso estrépito individuos singulares, capaces de superar, desde el púlpito de su identidad, cualquier aleatoria circunstancia. Antes de vocalizar las dos palabras, respiran hondo, dejan sus brazos en laxa simetría y exentos de cansancio reconvienen: “Tú, tranquilo”.
 Y yo cierro los ojos, ahuyento el tímpano hacia cualquier rumor de fondo y vuelvo a preguntarme por qué nunca adivinan que mi tranquilidad solo depende de que se busquen sitio cuanto antes en un país lejano, sin atlas de regreso, con horas confortables para hablar con el esqueleto dorsal de algún espejo y pronunciar sin pausas: “Tú, tranquilo”.

    

domingo, 4 de septiembre de 2016

sábado, 3 de septiembre de 2016

ISABEL MARINA. ACERO EN LOS LABIOS

Acero en los labios
Isabel MarinaPrólogo de
Fernando Álvarez Balbuena
Ediciones Camelot, 2016

ACERO EN LOS LABIOS

  Ninguna amanecida literaria tiene la luz del primer libro. En él se hace palpable la consistencia de una vocación  que encuentra sitio y el afán de seguir marcando pasos entre tanteos y sendas muertas, entre aciertos y búsquedas de itinerarios por explorar.
  Conocí a Isabel Marina (Avilés, 1968), poeta y periodista, en ese bar abierto a cualquier hora que es la cafetería digital de facebook. Y  allí he sentido, entre emoticonos y me gusta, su cercanía ante lo literario y sus continuos gestos amistosos, que ahora completa la dedicatoria de su primer libro, Acero en los labios, carta de presentación con una sugerente imagen de cubierta del fotógrafo Gonzalo Ramos y un liminar amistoso de Fernando Álvarez Balbuena.
  El prologuista aborda el ideario poético de Isabel Marina con verbo implicado y señala la elegancia de estilo, la riqueza imaginativa y la lograda expresividad de un léxico estricto y riguroso. Son trazos que invitan al lector a completar la imagen de la poeta asturiana hilvanando los puntos dispersos.
  Desde el arranque, “Como pobres diablos”, un latiguillo coloquial con algo de resignación, se percibe el empeño de huir de lo abstracto para ofertar una lírica escrita por la calma rota de un espectador que verbaliza “lejanos ecos / de vidas grabadas / en cualquier renglón”. El despertar diario es la crónica de una melancolía anunciada y llena las aceras de ensimismamiento y soledad: “Llueve./ Llueve implacablemente. / Mis ojos vacíos, / en este horizonte de clavos. / La oscuridad me envuelve./ Y los hombres que pasan / contemplan mi desierto. “. Mientras va creciendo la mañana con la pereza de lo rutinario se hace más palpable la opresiva sensación de un paréntesis cerrado de finitud, de habitar en un cuarto oscuro y triste que pone a cada sensación una etiqueta de material perecedero.
  El apartado central, “Esta ceniza seca” arranca con unos conocidos versos de Luis Rosales, el gran poeta de La casa encendida. En las composiciones que reúne perdura el tratamiento de temporalidad y el propósito de buscar sentido a la quietud de lo evidente: “Todo sabe a ceniza, camino polvoriento, / vastedad y pena. / La luz se irá poco a poco / sin drama ni tragedia, / y sólo quedará de nosotros / esta ceniza seca”. Mientras se deshace lo diáfano, la travesía marca su distancia bajo hojarasca y sombra. El avance del yo congrega signos de degradación; los ojos impactan contra el cristal opaco del temblor y la existencia adquiere la desolación de un descampado en la periferia.
  Los últimos poemas, “Somos fulgor”, buscan la luz de algunas certidumbres. la conciencia de ser abre puertas, se aleja del dolor y recurre a la voluntad para zarandear al cansancio: “La vida me reclama. / Ya ha llegado el tiempo / de sentir la lluvia, / de liberar mi nave, / en este invierno manchado / de miedo insensato. / Me alzo de puntillas. / Es la vida que me llama. / Es la vida que me empuja / hacia un nuevo canto “
 En Acero en los labios Isabel Marina plantea un viaje existencial; sus versos invitan a una reflexión sobre el tiempo y sus parámetros de caducidad. Su libro dibuja un viaje entre la sombra y el fulgor, entre el pesimismo y la creencia personal de que mantener un alba de esperanza requiere un rescoldo, una chispa encendida para que el párpado descubra una sonrisa.  


viernes, 2 de septiembre de 2016

POEMAS EN HINDI, EN VERSIÓN DE POOJA ANIL

Pooja Anil (escritora y traductora)
Pooja Anil nació en la India y reside desde hace años en Madrid, plenamente integrada en su devenir cultural. Es escritora y traductora. Versiona poemas y trabajos en prosa a su idioma maternal, el hindi, desde el castellano, y viceversa. Su taller literario integra poesía y textos en prosa en ambas geografías lingüísticas. Es colaboradora habitual de revistas. Ejerce como locutora en programas de hindi radio y conduce su propio espacio radiofónico en internet. Actualmente enseña el idioma hindi en Madrid y traduce la antología Mapa de ruta, de José Luis Morante, de la que adelantamos dos poemas.

 Teoría del sueño

Todo sueño cumplido es prematuro.
Su tácita presencia pone en duda
que hasta ayer mismo fuera
objeto de un afán cuyo rescoldo
no se apagara nunca.
La posesión no acalla
esa voz inquietante
que aspirara a lograrlo
ni da paso a la tregua que permite el sosiego.
Intangible y fugaz
como el vuelo de un ángel,
el perfil de los sueños no conoce
la hondura hospitalaria del espejo
ni el peso de la luz.

स्वप्न सिद्धांत 

पूर्ण हो चुके सारे स्वप्न अपरिपक्व हैं। 
जिसकी निःशब्द  उपस्थिति 
संदेह उपजाती है 
कि कल तक जो लक्ष्य था 
अभिलाषा पूर्ति का 
वह अंगारा 
कहीं बुझ तो न जाएगा। 
आधिपत्य कभी 
असंतुष्ट अभिव्यक्तियों को 
खामोश नहीं करता 
न ही किसी धैर्य देने वाले 
संघर्ष विराम की ओर कदम बढ़ाता  है। 
किसी देवदूत की उड़ान से,
सपनों के अमूर्त एवम् आकर्षक रेखा चित्र    
दर्पण के गहन गंभीर आतिथ्य
औऱ प्रकाश का वज़न नहीं जानते। 

En un pueblo del sur 

Nos descubrió el regreso una tarde de junio 
sentados en los bancos de la plaza 
y rompió su palabra el precario equilibrio de lo cotidiano.
Un convento tenía en los tejados
un confuso jolgorio de chovas y palomas
y su altiva fachada en cabestrillo.
Un turista ofendido criticaba
la cura arquitectónica,
otro sacaba fotos
al perfil de aguilucho de un tercero;
recorría el recinto una brisa inaudible.
El tiempo nos miro
con aire acongojado y timidez culpable,
con modales de niño que adelanta
la uñas sucias al rigor de un adulto.
Iniciamos la huida con los ojos.
Dejamos al pasado
un copioso botín evanescente
que hubimos de apilar frente a la noche,
Escombros familiares
que a pulso se han ganado un buen descanso.


दक्षिण के एक गाँव में

जून की एक शाम लौटते हुये
हमें खोज लाई है
चौबारे की एक बेंच पर बैठे हुये
और तोड़ दी है ख़ामोशी
प्रतिदिन के अस्थिर सामंजस्य की .

एक कॉन्वेंट की छत पर
कौवों और कबूतरों का 
व्याकुल उत्सव है
और है गोफन से लटका हुआ
मगरूर छज्जा .

एक आहत पर्यटक इस
वास्तुशिल्पीय उपचार की
आलोचना (भर्त्सना) करता है
एक अन्य किसी तीसरे के
बाज सामान नाज नखरों की
तस्वीर लेता हुआ

आहाते में घूम गया मंद समीर
अपनी खामोशी में
समय ने हमारी ओर देखा
व्यथित हवा और आपराधिक संकोच से
किसी वयस्क की सावधानी में
गंदे नाख़ून आगे बढ़ाते
शिष्ट बच्चे की तरह .

हम पलायन का प्रारम्भ दृष्टि से करते हैं .

अतीत में छोड़ जाते हैं
क्षणभंगुरता की प्रचुर मात्रा.
कुछ परिचितों के मलबे का
ढेर लगाना पड़ा हमें
रात के आगे,
जो उन्होंने अपने ही परिश्रम से
यह योग्य विश्राम अर्जित किया.


                               (Traducción al hindi de Pooja Anil)