jueves, 31 de agosto de 2017

BAJO CANDADO

Clausura
Fotografía de
Rosa María Hernández
(Polonia, 2017)

AQUÍ

                Nada y todo ocurre en todas partes
                                          PHILIP LARKIN

Es aquí donde estoy.
Tras las grietas de un yo parapetado
en las profundidades
de sí mismo.

Habito un cuarto exiguo
donde nada hay detrás
salvo el vacío
de las sombras sin lustre;
soy un plano que muestra,
maltrecho y solitario,
el retraso gastado de las rutas
que ya se desvanecen.

Mi reclusión carece de secretos.
En las puertas del frío,
necesito encontrar
en cualquier parte
un domicilio propio,
un cuerpo que sostenga
el temblor de la luz.


               ( De Pulsaciones, Sevilla, 2017)



miércoles, 30 de agosto de 2017

EREMITAS DIGITALES

La buena compañía
Feria del Libro Antiguo, Orense

EREMITAS DIGITALES

   Acostumbrados al paso lento de la edición tradicional que llevaba el manuscrito hasta la imprenta, el blog sorprende por su disposición e inmediatez para acoger cada uno de los escritos seleccionados, sean estos asuntos personales o impresiones lectoras. Las entradas se suceden con apremio y  la escritura no conoce descanso; nada queda del latido acompasado que, con morosidad, analizaba las pautas de un momento histórico o los estados de ánimo de una identidad concreta. Hay que aceptar un axioma de partida: lo que se publica no se somete al mutismo de la distancia para que acreciente sabores y cualidades. El blog exige una caligrafía de la urgencia que no se extravíe en digresiones; marca un itinerario sin rotondas con la promesa de una receptividad colectiva, tangible y medida con exactitud por el contador de visitas que además nos deja una cartografía diferenciada de lectores habituales y esporádicos.
   Como en cualquier manifestación escrita, la función última del blog es caminar juntos sobre la geografía del lenguaje, superar ese nuevo formato de aquella vieja torre de marfil, de aquel exilio en lo individual, meditando la quiebra de ilusiones vitales y el aplazado viaje a tantos paraísos perdidos. La pantalla encendida del ordenador nos convierte ahora en tercos eremitas digitales.




                                                   

                                                       

martes, 29 de agosto de 2017

En LIBRÚJULA (Periodismo de Libros)

Librújula, nº 13
Mayo-Junio, 2017
Barcelona

Cuestionario de Enrique Villagrasa para LIBRÚJULA


¿Poesía y denuncia social pueden ir de la mano?

La poesía no tiene más dogma que ser una expresión de verdad y belleza; pero los temas para ese designio pactado se multiplican y creo que la cercanía con el tiempo histórico que vive el poeta es una posibilidad más, un gesto deseable porque vocaliza un afán colectivo. Pueden ir de la mano, claro que sí.

¿Del poeta a los dioses hay un verso?

No busco mucho en las alturas, miro más bien el recorrido cultural de las estanterías, la experiencia personal y el afán de trabajo. La lectura es una pared maestra que tiene ventanas con cualquier cielo; y en esa habitación con vistas no debemos buscar oasis etéreos sino cartografías habitables.

¿En poesía es importante la generosidad?

Y en la existencia diaria; la avaricia está mal incluso en el cuento navideño de Dikens. Un poeta generoso es quien establece líneas de conexión con el pasado, muestra afinidades con el ahora y permite a los demás dormir bajo el techado personal de su identidad. No entiendo otra semántica sobre la generosidad.  

 
EL ARTE DE VIVIR LOS LUNES                             

El arte de vivir los lunes
requiere cierta práctica y algo de teoría,
saber de estratagemas y confabulaciones
y adjetivar la prosa cotidiana
con una terca voluntad de estilo.
Incontables acechan
los peligros desde el primer café,
crecen cuando un olor
anuncia escuetamente la leche derramada,
se reproducen con duración de días laborables
y en guardia se mantienen,
tal seguros precintos,
entre los pasajeros del tren crepuscular
que nos devuelve a casa,
al reclamo del lecho hospitalario.
El arte de vivir los lunes
sobrevive y se esconde
en vacuas reflexiones como ésta:
nada es eterno, salvo un lunes.

                      JOSÉ LUIS MORANTE

                      (De Población activa, 1994)


lunes, 28 de agosto de 2017

EL BIÓGRAFO DE JORGE LUIS BORGES

Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899- Ginebra, 1986)


EL BIÓGRAFO DE BORGES


  Durante una década, labró una biografía minuciosa de Jorge Luis Borges. Encerrado en los hechos cotidianos del escritor, ahuyentó compromisos y afectos. Consultó con obstinación ensayos, cuentos, poemarios, memorias y panegíricos circunstanciales que glosaban el devenir cansado del autor argentino. Tras la enésima corrección de pruebas, editó la obra y descansó.
  Nunca más regresó a las páginas de aquel libro. No supo que contenía una errata, una paradoja en cuerpo de letra. Confundió fechas; anticipó la muerte en Ginebra ochenta y siete años antes del nacimiento en Buenos Aires. Un lapsus azaroso que no hubiese disgustado al mismo Borges.

(De Cuentos diminutos)





domingo, 27 de agosto de 2017

PHILIP LARKIN. ANTOLOGÍA POÉTICA

Antología poéticaPhilip Larkin
Edición de Damià Alou
Cátedra, Letras Universales
Madrid, 2016

HUELLAS DE VIDA


Para no pocos críticos, Philip Larkin encarna una estética conservadora y estable, ligada a un enfoque amarrado a lo previsible; la diaria labor de su poesía busca la puesta en limpio de los contornos, calca una realidad cercana y tangible. Dibuja un escenario por el que se puede caminar a pie y percibir a cada paso la frustración de lo cotidiano. Su taller se contrapone al sondeo vanguardista y a ese espíritu de renovación vinculado con el afán rupturista. De este modo, Philip Larkin sería arquetipo de un realismo objetivo mientras que Thomas Stearns Eliot personificaría el otro polo, el del riesgo, con obras como La Tierra Baldía en la que el poeta construye su propio mundo a partir de un largo poema épico. Otro artífice esencial de la vanguardia sería Ezra Pound y sus Cantos pisanos Pero entender la lírica de Larkin como un ejercicio mimético no deja de ser una clamorosa simplificación. Su obra construye un territorio creativo donde la realidad se transfigura y está repleta de mundos interiores; por eso sus composiciones resultan tan emotivas e iluminadoras; por eso, siempre es un acontecimiento relevante el encuentro con una amplia selección de su poesía, como la que nos ofrece la propuesta editorial de Damià Alou desde letras Hispánicas.
La producción de Philip Larkin (1922-1985) viaja a nuestro ámbito con lentitud. Hasta 1986 no se traduce al catalán, en breve antología prologada por José María Valverde. Y tres años después Marcelo Cohen vierte al castellano Ventanas altas. La edición bilingüe contenía como pórtico el ensayo “Philip Larkin, el corazón más triste”, un esfuerzo por pasar revista al tupido sistema del itinerario lírico anglosajón y a sus aspiraciones y resonancias para entender la modernidad como una revolución. Cohen rastrea la atmósfera creadora de la Universidad de Oxford en los años cincuenta, donde se fortalece una generación de jóvenes autores que hace suyo el legado de Thomas Hardy; de esa tradición renovada emana los primeros tanteos de Larkin y su propensión a escribir una poesía austera, adherida al epitelio de cosas cercanas, en la que respira una existencia grisácea, donde el lenguaje de signos y actitudes de la rutina encuentra una mínima resistencia. Poco a poco, con humildad, como corresponde al tono general de su poesía, arranca el goteo de nuevas traducciones realizadas por Jorge Ferrer Vidal, que acerca poemas donde queda constancia de “la frialdad de la existencia, la indiferencia de la naturaleza y la hostilidad de la propia obra humana –el llamado progreso- que acaban por conformar un universo colectivo carente de coordenadas referenciales coherentes”. O las logradas versiones de Álvaro García y Jesús Llorente Sanjuán que anticipan la eclosión en 2014 de Poesía reunida, un conjunto que aglutina la obra de madurez y convierte a Larkin en un referente.
La edición Antología poética, de Damià Alou, busca el paisaje esencial del escritor anglosajón y regala algunos inéditos, no compilados en libros autónomos. Se extiende además en un sugerente esbozo biográfico que clarifica el perfil del poeta. Nacido en el seno de una familia acomodada del centro de Inglaterra, con ideas muy tradicionales –el poeta sería en su madurez un declarado admirador del liberalismo de Margaret Thatcher- y nítida preocupación cultural, Philip Larkin se va formando bajo la severa mirada de su padre y comienza a escribir en su juventud, cuando también desarrolla una sostenida afición al jazz. Su miopía le impide participar en el conflicto bélico de la II Guerra Mundial, aunque sufre sus estragos, que dejan huella profunda en algunas composiciones primerizas. Estudió en Oxford, tuvo una participación animosa con el ambiente universitario, escribió novelas y protagonizó varias relaciones sentimentales con complejas identidades femeninas.
Su obra no encuentra respaldo crítico hasta 1955. Ese año se edita Engaños, su primer trabajo de madurez, en 1962 sale Las bodas de pentecostés una entrega que lo consagra de forma definitiva, y en 1974 se distribuye Ventanas altas, que Damià Alou titula en esta edición Ventanales.
El punto de inflexión del itinerario creativo de Larkin lo marca la lectura de Thomas Hardy, en él encuentra emoción, léxico sosegado sin retoricismos pretenciosos, e inmersión en los modestos pertrechos de lo cotidiano. Así nace un dogma estético, aireado en el poema “Modestias”, cuya primera estrofa dice: “Las palabras sencillas como alas de pájaros / no mienten, / no adornan las cosas / por timidez. “. En su forma de concebir la escritura se señala la coherencia entre vida y obra como derivaciones confluentes de una misma conciencia, sin retoques ni embellecimientos pretenciosos. En su escritura traza huellas la verdad de la experiencia, el leve  paso de la grisura. Su estilo tiende al poema relato y aborda los argumentos como epifanías, como un territorio anecdótico que explora una situación, ese momento único que amalgama el suceso  y su impresión en la experiencia. De este modo, la escritura se convierte en una travesía desde el figurante verbal y el nosotros, con artificios expresivos que adquieren el tono de la oralidad.
Más que declaraciones programáticas, Philip Larkin prefiere dar voz a los versos para que ellos enuncien la verdad del poema. Deja que el lector descubra que “la poesía es emocional en su naturaleza y teatral en su funcionamiento, una hábil recreación de la emoción de la gente”. Y no duda en mostrarse en el poema como un personaje de la calle, que sobrevive y se aferra a la dignidad de ser sin conformarse, buscando un lugar sedentario en un ámbito donde todo cambia:” Con saña, cierro la puerta. / Susurra la calefacción a gas. El viento / trae la lluvia de la tarde. De nuevo, / una soledad que no me contradice / me sustenta en su palma gigante; / y como una anémona, / o un simple caracol, con cautela / se despliega, emerge, lo que soy”.





sábado, 26 de agosto de 2017

ANTONIO MACHADO. ELEGÍA.

Antonio Machado (Sevilla, 1875-Colliure, 1939)


ELEGÍA POR ANTONIO MACHADO

En sus circunstancias históricas
  
   El 24 de noviembre de 1936, ante el avance de los golpistas hacia Madrid, capital de la II República y objetivo prioritario de Franco, un grupo de intelectuales es evacuado hacia Valencia. Uno de los que salen es Antonio Machado, quien es portavoz del agradecimiento colectivo ante el heroísmo de la Junta de defensa. Republicano por tradición familiar, vivió con alborozo el bienio progresista y se involucró en escritos, homenajes y actividades de apoyo cultural. Atrapado en Burgos, su hermano Manuel poco a poco se convertirá en benevolente cantor de los militares rebeldes; esta incidencia afecta al poeta que, sin embargo, asume con entereza el rol del compromiso. Instalado primero en Valencia y más tarde en Rocafort, con su familia, durante año y medio, Antonio Machado desarrolla diferentes funciones: preside la Casa de la Cultura, firma manifiestos, da entrevistas que propagan su apoyo a la democracia de las urnas, forma parte de la Presidencia de Honor de la Conferencia Nacional de la Juventud, condena el golpismo y la criminal actitud del fascismo internacional y colabora en iniciativas como la revista Hora de España. Sería en esta publicación donde se levante acta de una reunión de escritores que condena el individualismo en literatura y justifica sus acciones en pro de la cultura y la libertad de pensamiento. El II Congreso Internacional de escritores para la Defensa de la Cultura comienza en Valencia el domingo 4 de julio de 1937. Lo inaugura el Presidente del gobierno, Juan Negrín, y acude una nutrida representación internacional: André Malraux y Julián Benda, de Francia;  Ludwig Renn, de Alemania; Ilya Ehrenburg y Miljail Kolsov de la Unión Soviética; W. H. Auden, de Inglaterra; Malcom Cowley, de Estados Unidos; Pablo Neruda de Chile; Octavio Paz de México. Además Tristan Tzara,  y los representantes españoles, Antonio Machado y José Bergamín. Los debates denuncian el pasivo asentir de las democracias europeas, el intervencionismo fascista, y hay un unánime apoyo a la república, convertida en causa popular.
  Del posicionamiento de Antonio Machado queda constancia en el cuaderno Madrid. Baluarte de nuestra guerra de independencia, formado por dieciséis páginas con textos y fotografías que son emotivo testimonio de la destrucciones causadas por los bombardeos aéreos, y en el libro La Guerra (1936-1937).  La posibilidad de la caída de Valencia aconseja un nuevo traslado del gobierno a Barcelona; también se muda la redacción de Hora de España y la familia Machado, alojada primero en el Hotel Majestic y más tarde en un viejo palacio requisado. Hasta enero de 1939 publica en La Vanguardia  artículos bajo el rótulo “Desde el mirador de la guerra”, en los que muestra solidaridad política y humana con el régimen republicano. De ahí el seguimiento exhaustivo de operaciones militares como la batalla del Ebro y el posterior repliegue que ocasiona la conquista de Cataluña y la retirada general hacia la frontera francesa, destino final de muchos españoles. Por todas partes un ambiente de tristeza y un reguero de refugiados deambulando hacia la frontera. Allí se encaminan desertores, población civil expulsada de sus aldeas destruidas y hombres de letras como Corpus Barga, Carles Riba, Joseph Pous o la familia Machado que forma parte de un grupo heterogéneo que retrocede por caminos intransitables. Son conocidos los pormenores de los últimos días hasta su instalación en Colliure. Allí muere el poeta, el 22 de febrero de 1939, en territorio francés, en los días postreros de la guerra, incapaz de resistir la soledad y el exilio, dejando en su chaqueta un verso inolvidable: “Estos días azules y este sol de la infancia”. Es la elegía de quien vuelve los ojos y ve que ya no existe lo que fuimos; se guarda en la memoria la ruina secular del pasado.


  



viernes, 25 de agosto de 2017

CUMPLEAÑOS

Pasar de noria
(San Agustín, Florida, 2013)
Fotografía de
Adela Sánchez Santana


EL YO, CONMIGO

                                Obra, soledad, tiempo

                                     JUAN RAMÓN JIMÉNEZ


Soy permanente
sucesión de mí mismo;
agua de noria.


jueves, 24 de agosto de 2017

HILOS SUELTOS

En vuelo
(Florida, USA)
Fotografía de
Adela Sánchez Santana


HILOS SUELTOS


Hoy la realidad parece un decorado a punto de desmontarse.

Restos de soldadura entre el aparejo formal de los afectos.

Monótono y perseverante escenario: el sitio equivocado.

En los espejos, la trama del yo se bifurca.

Descifro crucigramas y hay huecos que nunca relleno con la palabra justa.

Plenitud a medio camino, entre el ser y la nada.

Si pides un favor, las aguas del futuro se enturbian.

Cuando estoy solo, hablo demasiado.

Dejé de fantasear para centrarme en la imaginación.

Hable de lo que hable, el pesimismo asevera: “de mal en peor”

Según todos los indicios, tampoco.



(Apuntes de regreso)

miércoles, 23 de agosto de 2017

LAS MANOS DEL REGRESO

Señales y regresos
(Oropesa del Mar, Castellón)
Fotografía de
Adela Sánchez Santana


VIAJE CIRCULAR

Todos los pasajeros enfatizan
los agrestes mensajes, la sintaxis
de una cartografía desplegada
que difunde su  magia a pleno sol.
En ella recuperan testimonios,
claras noticias de signos externos
que pregonan el preciso destino.
Ante el cristal escrutan incansables
el arco de horizonte, convencidos
del abrazo feliz de la distancia.
Lejos se decolora un promontorio,
pierde brillo la curva gris de un río.
Oscurece. La pedestre arrogancia
del paisaje multiplica rumores.
Siento la terquedad de los raíles.
estoy tranquilo. Leo. Guardo fuerzas.
Reclino certidumbres en silencio.
Prolongamos un viaje circular,
peregrinajes que nunca terminan.

      (De Pulsaciones, Sevilla, 2017)



lunes, 21 de agosto de 2017

MEMORIA DE UN TURISTA EN LA RAMBLA

Paseo por la Rambla
(Barcelona)
MEMORIA DE UN TURISTA EN LA RAMBLA
 
No tenemos miedo
 
. La fe tenebrosa cree que un dios cobija su barbarie.
 
. Son bacterias fecales con aspiración al paraíso.
 
. Una idea simple, y en algunos sujetos no solidifica: también existen los otros.
 
. Agosto, sangre, angustia e ira; un tiempo salpicado de aguanieve.
 
. Hay vocaciones políticas donde la inteligencia no se hace notar.
 
. Con aspiración de punto y coma. Seguimos.
 
(Agosto de 2017)      
 
                                        
.
 
 

domingo, 20 de agosto de 2017

VÍCTOR FUENMAYOR. BEBER DE LA SOMBRA

Beber de la sombra
Poesía reunida 1986-2017
Víctor Fuenmayor
Oscar Todmann editores
Caracas, Venezuela, 2017
 
MATERIA DE VIDA
 
 
   La densa biografía creadora de Víctor Fuenmayor (Maracaibo, 1940), Licenciado en Letras y Abogacía y Doctor en Semiología por la Universidad de París, abre una larga estela de más de tres décadas de dedicación a la poesía. Un verso de Octavio Paz inspira el título de esta compilación. Beber de la sombra, enlaza un recorrido lírico formado por dos proyectos inéditos, Vivo acallándome el grito y Beber de la sombra y dos conjuntos editados, Donde la luz me encarna y Libro mi cuerpo. Se gesta así senda hacia el origen que emplea el ahora poético de Víctor Fuenmayor como tramo inicial del volumen.
  Así pues el lector conoce de inmediato la última estación de este continuo proceso de conocimiento. Vivo acallándome el grito fecha su material inédito en 2017 y hace de la materia vital el sustrato primigenio del poema. Pero la voz verbal desdeña la pancarta de lo estridente. Tiene conciencia de su condición humilde y de que es un simple peón en el tablero del discurrir, es un hombre común que recorre las aceras sin atributos transcendentes; más que el grito es un oyente de los signos callados del silencio. En esos signos habita la belleza que es un don otorgado al pensamiento y está más allá de la materia, una abstracción que sobrevive a la disolución en las palabras. Desde esas palabras el sujeto verbal se define en el tiempo, aunque ese discurso aparece fragmentario y oscuro porque se proyecta con una luz oblicua: “Soy cicatriz reviviendo en cada tajo del corte de la / línea y del trazo de la letra doliente. Herida / profunda que cierra el ombligo de mi encarnación, / forzando la letra hasta vencer el cansancio del silencio “.  La existencia es un  largo trayecto de pasos perdidos sobre la piel de un mundo de afuera que va fraguándose, discontinuo y extraño. Estar es el vacío, conocer el dolor, sentir el magma herrumbroso de la muerte al final de un camino donde no hay luz; pero también es abrazar más formas, abrir puerta al deseo y hacer de la presencia de la belleza un punto central de sensaciones, una razón de asombro en el despertar.
  Cuando la voz poética y el yo real dialogan sobre la caligrafía de la intimidad, la composición adquiere el peso de un balance que da razón de vida desde la corriente de los recuerdos. Así sucede en poemas como “Dolor del respiro”, que recupera la pleurosía que marcó la infancia del escritor, o en los versos de “Puertas de escape” y “Calembe”. Esas voces de otro tiempo conforman un aprendizaje en el que, como un eco interior, se gesta la conciencia de ser.
  El segundo poemario inédito, Beber de la sombra se fecha en 2007. Arranca su caligrafía versal con el sosegado magisterio de Paz, que sirve de paso inicial: “el sol de mi escritura bebe sombra”. Desde la composición de amanecida se percibe en las palabras una travesía reflexiva que se empeña en moldear la identidad de una presencia que sirve de reflejo de otras identidades. Entre ellas, se define la imagen del amor, siempre con esas formas cercanas a la idealización en la que reserva sitio el deseo como descubrimiento y tierra prometida. El sentir amoroso es impulso que enciende las palabras, como si fuese la brújula que orienta o el eslabón que unifica las secuencias del discurrir; el amor da sentido a las sombras y se pone a resguardo en la memoria, como faro que ilumina el trazo legible de un largo viaje interior: “el punto central de un mapa de ternuras”.
   El breve conjunto de Donde la luz me encarna  se edita en Maracaibo en la amanecida de los años noventa. Su mínima extensión acoge algunos tópicos perdurables como la finitud, el amor y la muerte. Frente al versículo largo y demorado de su producción última, el despliegue narrativo del poemario se realiza a través de composiciones cortas, con mínima adjetivación, que dan fluidez al ritmo versal: “El tiempo / que eme encuentra de frente / es el mundo dejado / a mis espaldas”. Las palabras se visten de música y equilibrio, como si en la percepción del sujeto se diluyese lo aleatorio para que aflorara un renovado afán meditativo. En los versos hay una sensación de casa sosegada para que una presencia ausente se convierta en arquetipo de todos los rostros y en fuente de luz. Así lo certifica el poema V:  “Y no habrá eco / memoria ni forma / que sobreviva en ti / del gran olvido / sin que los signos / se internen  en tu carne / en lo que ya eres / sin serlo todavía”.
   El poeta se da a conocer a través de la antología 7 de 40, una muestra temprana impulsada por el entusiasmo grupal de 40 grados a la sombra, una tertulia de jóvenes autores que se da a conocer en 1964. Pero su carta inaugural no llega hasta 1991, aunque los poemas de Libro mi cuerpo fueron reconocidos con el Premio  de la Bienal Literaria José Antonio Ramos Sucre. Víctor Fuenmayor concede papel protagonista a la intimidad; el amor adquiere un primer plano. Es un folio en blanco en el que descubren los signos del recorrido sentimental hacia el otro. Para quien toma la palabra en los versos pensar el amor es descubrir que uno no es uno sino la pieza fragmentada de un comienzo que necesita encaje: “Uno se escribe / encerrándose en la cámara oscura, / buscando los surcos donde el grano / germine una palabra, un nombre, un rostro. / Uno espera eso / que da en el blanco / haciéndose uno la víctima / visceral y literal / que se ahoga en la cubeta / haciéndose la imagen”.
  Con enfoque retrospectivo, Beber de la sombra configura la fructífera vocación lírica de Víctor Fuenmayor. En sus páginas germina un afán permanente de explorar las posibilidades del lenguaje. En sus composiciones son estímulos la realidad próxima y el sustrato confesional pero también el discurso en sí y su carácter cognitivo, esa utilidad de la materia verbal para asentarse entre el espacio vital y sus contrastes. Poesía para perdurar, un surco abierto donde la cosecha madura. 
 
           


sábado, 19 de agosto de 2017

JOSEP PLA. EL CUADERNO GRIS

Josep Pla (Palafrugell, 1897-Llufríu, 1981)
 
JOSEP PLA.  MENUDENCIAS

 El género autobiográfico me ha dejado excelentes amigos que cultivan con experta mano la mirada del yo. Pienso en Andrés Trapiello, Hilario Barrero, José Luis García Martín, Ricardo Virtanen, José Mateos… Pero nunca olvido un postre lector de alta gastronomía, El cuaderno gris. El diario de Josep Pla es, de lejos, el mejor de su género. Las páginas autobiográficas del escritor catalán se escribieron a los veinte años, entre 1918 y 1919. En ellas respira la geografía local del Ampurdán, un planisferio repleto de menudencias. Para la observación objetiva, la prosa de Pla huye del verbalismo ruidoso, tiene un aire de pautada naturalidad y hace del adjetivo  un elemento fraternal del sustantivo; con él la frase adquiere gravidez y consistencia. Detrás del diario es perceptible la fotografía sin retoques del autor. Los trazos no engañan: el talante conservador convive con la mirada crítica y la opinión misógina. La magnitud de  la obra supera la quincalla anecdótica, esos cuchicheos de vecindario de un sujeto que sobrevive a los desajustes familiares y aguanta mal el formalismo social. Si tengo dudas vuelvo a El cuaderno gris, a ese viaje en el tiempo a Cataluña hecho crónica viva, refugio, amanecida.
 
 
 
 
 

jueves, 17 de agosto de 2017

TRAYECTO CONTINUO

Espera
(Cabanes, 2017)
Fotografía de
Adela Sánchez Santana


TRAYECTO CONTINUO

Los durables efectos de tus viajes
por rutas secundarias
hicieron que al regreso
no volvieras.
Una larga distancia
construyó entre nosotros
una casa sin nadie,
esa página en blanco
de quien dice "no sé".

Yo viví el andén frío
de aquel último encuentro.

Ignoro dónde estás.
Junto a tu ausencia
están los trazos que te pertenecen,
la carne tumefacta del pasado;
mudo papel antiguo de unas fotos
que aguardan en el álbum
tu regreso.

      (De Pulsaciones, Takara Editorial, Sevilla, 2017)


miércoles, 16 de agosto de 2017

ÁRBOLES VIEJOS

árboles viejos
(Dinamarca, 2017)
Archivo personal
 
ÁRBOLES VIEJOS

- En el declive, coherencia; un deseo sostenido de ser el que somos.

- Procuro abandonar viejas ideas, antes de que se conviertan en tribunales implacables.

- Azarosa deriva de mis desamparos. Famélicos soldados de un ejército en fuga.

- Escondidos detrás del porvenir, los ideales se borran a sí mismos.

- La única voz que escucha es el silencio impuesto por su propia palabra.

- Náufrago, heterónimo del pesimista.

(De Motivos personales)



lunes, 14 de agosto de 2017

REALISMO FANTÁSTICO

El llano en llamas
Fotografía de
WordPress.com

 
REFLEJOS
 
                                           A Juan Rulfo
 
El mar cobija
realismo fantástico,
llanos en llamas
 
 

domingo, 13 de agosto de 2017

METAVERSO. POESÍA EN UNA NOCHE DE VERANO

Estudios de Grabación Casa de la Radio
RNE

METAVERSO. POESÍA EN UNA NOCHE DE VERANO
 
Bastan unas pocas palabras para decir
que el poema es antiguo como el mar
Entre el sedentario paisaje de entornos playeros y estribillos rimosos, Rubén Luengo, desde los micrófonos de Radio 3, sigue recordando en el programa METAVERSO que la poesía no es el sueño de una noche de verano. Los poemas conforman una estrategia vital que limpia el pensamiento y mira por detrás de la nada y el vacío para encontrar una razón de vida. Con Rubén Luengo hablo esta noche festiva  sobre mi antología Pulsaciones (Takara, Sevilla, 2017). En una sociedad sentada bajo la sombrilla del pensamiento posibilista, abre su maleta la lógica del poema para anotar algunos trazos de incertidumbre. El poeta se desdibuja como sujeto esteticista; las palabras no pueden sumergirse en las corrientes ocultas de la  indiferencia. A través de sus destellos –lo explica muy bien en el prólogo de la antología la poeta y editora Rosario Troncoso- afloran los paradigmas de la identidad, la sensibilidad colectiva, rumores perdurables  hechos de recuerdo y nostalgia, y la erosión del tiempo… De todo ello se nutren los poemas de Pulsaciones. Allí quedan los pasos de un itinerario en el bosque de los días. Al cabo, la poesía es una forma de vida, la insistente manera de estar solo.  
 
 



sábado, 12 de agosto de 2017

PERSONAJE LITERARIO

(Magritte)


PERSONAJE LITERARIO

Soy crédulo y paciente
aunque mis días recorren
una topografía de sucesos mágicos.
Otros criticarán mi mansedumbre.
La voluntad merece un exiguo salario,
una pequeña nota a pie de página
en clave de novela policial.
tengo fe en quien me escribe:
en los renglones últimos
resolverá el misterio,
ahuyentará las nieblas y el cansancio
y hará las oportunas correcciones
para que en la partida prevalezca
mi propia identidad.
Es el orden común de la supervivencia.
Salvo magulladuras, sigo intacto

    (De Pulsaciones, Sevilla,, 2017)

viernes, 11 de agosto de 2017

LLUVIA DE ESTRELLAS

noche de San Lorenzo
Fotografía de
WordPress.com
 
LLUVIA DE ESTRELLAS
 
. El personaje verbal debe tener consistencia ontológica.

. Hay que confiar. La escritura no resuelve conflictos ni proporciona asideros. es una forma limitada, discontinua, de entender la existencia. Un empeño melancólico. Como mirar una lluvia de estrellas.

. "Pienso, luego existo". Un aserto con sonido trascendente, salvo para los que existen y no piensan.

. Permanece el rumor de esos pasos perdidos que llegan para irse.

. Los poemas necesitan las palabras de otros. Los aforismos, también.

      (De Motivos personales, La Isla de Siltolá, Sevilla, 2015)
 
 
 

jueves, 10 de agosto de 2017

RAINER MARIA RILKE. ELEGÍAS DE DUINO

Elegías de Duino
Rainer Maria Rilke
Versión al castellano de
Juan Rulfo
Sexto Piso Poesía
Madrid, 2015
 
DESTINO DE POETA
 
   Rainer Maria Rilke (Praga, 1875- Montreux, 1926) asumió su destino poético como una imposición pactada con el yo y  libre de cualquier obligación contingente. Vivió el quehacer escritural con tenacidad monocorde en un periplo biográfico que concluyó a los 51 años, víctima de la leucemia. Su obra adquirió pronto valoración en toda Europa; en España los poetas de la generación del 27 fueron lectores tempranos y reconocieron su magisterio.
En el trayecto de Rilke las Elegías de Duino ocupan un espacio central. Ahora aparecen en castellano en la versión realizada por un nombre cimero, Juan Rulfo, el autor de Pedro Páramo y El llano en llamas. Una nota final comenta las especiales relaciones del novelista y los poemas y los diferentes materiales que propiciaron esta versión, acaso, la más atinada por cuanto promueve junto al espíritu del texto un asentimiento del aliento creador.
   La opción poética de las Elegías de Duino ahonda en el esteticismo cognitivo; su avance hace de la belleza presencia tutelar de la que el hombre en vela se hace testigo e intérprete. El ángel es símbolo de esa vida interior que emprende un largo recorrido introspectivo. Desde ese estadio interior percibe el acontecer de lo sagrado.
   El poeta inicia su primera elegía en 1902 en el castillo de Duino, bajo la aristocrática protección de Marie Von Thurn und Taxis-Hohenlohe, a quien dedica la obra, y proseguirá su escritura durante una década, con amplios intervalos entre las diferentes partes. Cada elegía impulsa “el puro movimiento del espíritu”, un moroso vaivén entre pensamientos y sensaciones que se va dispersando en un amplio movimiento expansivo. El ángel es un elemento imaginario clave que admite un incansable proceso interpretativo, aunque cada una de las elegías aborda temas diferenciados.
   Es conocido el posible aporte de la tradición mística, de los textos de san Agustín y de los esquemas mentales que proporcionan algunas representaciones escultóricas y pictóricas para explicar el origen del ángel como un espíritu fuerte, una energía transformadora y libre de condicionamientos humanos, como personificación de un grado superior del ser.
   La poesía se convierte así en una visión, una iluminación idealizada que busca sentido al sujeto, más allá de la realidad sensible. La lírica supera la condición escindida del hombre, escucha lo transcendente y configura un espacio donde el hombre encuentre protección y refugio.
 

miércoles, 9 de agosto de 2017

STEFAN ZWEIG. CARTA DE UNA DESCONOCIDA.

Carta de una desconocida
Stefan Zweig
Traducción de Berta Conill
Acantilado (Séptima edición)
 Madrid 2005 
                                                    ETAPAS DEL AMOR

   En este relato del escritor austriaco Stefan Zweig (Viena, 1881-Petrópolis, Brasil, 1942) asistimos a un singular proceso de introspección. Una voz anónima remite la confesión de sus vivencias más íntimas a un famoso novelista. El detonante de esta explosión epistolar es el dolor. El hijo de la desconocida ha muerto y el único modo de cauterizar el dolor y la soledad es someter a la memoria a una minuciosa reconstrucción de lo acontecido desde los trece años, en el despertar de la adolescencia, hasta los veintiocho.
   El largo soliloquio es un pliego de casi veinticinco folios, sin remite ni firma, encabezado por este enunciado: “A ti, que nunca me has conocido”. La carta elabora un vivo retrato de una sensibilidad que se reafirma en el valor de lo ideal. Es en la infancia, cuando por primera vez se tropieza con el escritor que casualmente alquila una vivienda en el mismo edificio. Los muebles, la presencia de un mayordomo y el porte personal del adulto chocan profundamente con su entorno habitual. Mientras ella se siente protagonista de una vida opaca y sin relieve cree que el escritor protagoniza una doble vida, capaz de respirar esa ambigüedad interina en la que se imagina el secreto de la existencia. Esta mitificación se transforma poco a poco en amor. Es un amor utópico e idealizado que pasa inadvertido. Para el recién llegado la niña vecina no existe y todo el proceso vital que ocasiona en la adolescente, primero, y después en la joven mujer, es sólo un recuerdo vago en que no puede precisar ni siquiera un rostro.
   Los avatares de la joven siguen su curso, el destino conspira para que el alejamiento entre los dos se precipite; el posterior embarazo aportará un conocimiento existencial doloroso en el que recorre los estratos más bajos de la sociedad. Pero incluso en esta situación la mujer mantiene inalterable sus afectos y no recurre a la ayuda del destinatario de su amor.
   Aunque el relato no está fechado, podemos deducir que la historia se desarrolla en la Viena de principios del siglo XX. Por entonces, Austria era una potencia continental regida por los Habsburgo, con una importante presencia en la política europea, al formar parte de la Triple Alianza. La capital es una urbe alegre y cosmopolita aunque con una desigual distribución de la riqueza que acentúa las diferencias de clase.
   Con la estructura del relato dentro del relato: el escritor recibe una larga carta en primera persona, asistimos a la inmersión de lo extraordinario en la normalidad en un relato aparentemente sencillo en el que el espíritu romántico de la protagonista prevalece, como si fuera un himno a los sentimientos más puros. En muchos sentidos esta pasión se acerca a la poesía. Contra el mito de Narciso que se mira a sí mismo como depositario de belleza, quien ama rompe el espejo del yo para contemplarse en el otro y hace del amor un principio esencial y hegemónico.


martes, 8 de agosto de 2017

RENÉ CHAR. COMÚN PRESENCIA

Común presenciaRené CharTraducción de
Alicia Bleiberg
Alianza Editorial, Edición Bilingüe
Madrid, 2007
                     
POESÍA Y PENSAMIENTO 
  
   Común presencia es una selección propia de poemas, aparecida en 1964, que permite conocer una parte substancial de la lírica de René Char, ya unánimemente considerado como figura central de la literatura francesa contemporánea. Su obra fue publicada en la  Biblioteca de la Pléiade, a comienzos de los años ochenta. Esta antología se reeditó en 1978 y amanece, con formato bilingüe, para conmemorar el centenario del autor. Había nacido el 14 de junio de 1907, en L´Isle-sur-Sorgue, un pueblo provenzal de pescadores. En él residió casi toda su vida. Se inicia precozmente en la escritura; apenas tiene quince años cuando escribe Las campanas sobre el corazón, un título de aprendizaje que el autor borrará de su bibliografía. Su estancia en la localidad natal sólo se quiebra por algunos viajes, como el que realizó a Paris en 1929, cuando conoce y se adhiere al surrealismo; el libro de Paul Éluard, Capital del dolor, es el causante de una complicidad que languidece hacia 1934. La biografía personal está marcada por la ocupación alemana y por su alistamiento en la Resistencia, un tramo vital presente en libros como Hojas de Hipnos. Antes, fue solidario con la causa republicana española, y siempre manifestó una abierta oposición hacia los movimientos totalitarios; fue un crítico tenaz del desarrollismo tecnológico y sus efectos secundarios. A partir de 1946 casi desaparece de la escena pública y sólo en contadas ocasiones concedió entrevistas o participó en eventos culturales. Char se niega a cualquier intento de poder literario, incluso cuando se especulaba con la candidatura al Premio Nobel. Hace de la soledad una regla de existencia, el destino se cumple lejos de la coacción del grupo.
   Su abrumadora capacidad de lector le permitió forjar un selecto núcleo de ascendientes: Villón, Dante, Shakespeare, Blake, Keats, Baudelaire, Hölderlin, Rimbaud. También conoció con rigor la expresiva plástica de artistas contemporáneos que incidieron en su sensibilidad.
   En la nota preliminar, la traductora de esta edición en Alianza, Alicia Bleiberg, medita sobre los riesgos de versionar una poesía hermética y sobre las peculiares tramas que hacen posible la comunicación poética. También subraya el cuidado en respetar al máximo la puntuación de los poemas originales.
   La aportación de cada poemario no es uniforme y, por tanto, corresponde al lector engarzar los matices y circunstancias de un trayecto creador que supera el medio  siglo de escritura. La madrugadora vocación propicia que sean muchos los libros escritos. En Común presencia están representados trece títulos. Hay piezas tempranas del  aprendizaje auroral, momentos de la etapa surrealista y ese tramo central de plena madurez y coordenadas diferenciales al que corresponden títulos como Furor y misterio o Los matinales. Consumido un silencio de cinco años brotan los poemas de La palabra en archipiélago, que refractan la intemperie colectiva.
   Los apuntes aforísticos reflejan una conciencia observadora que deja sus pensamientos sobre la escritura. Cuando define el poema nos habla de sus trazos goteantes y ambiguos; la poesía no nace de lo conocido, se aparece en lo informe, como una luz perentoria.
   Uno de los mejores conocedores del autor en nuestro país, Jorge Riechmann ha escrito:”la poesía de René Char, más que ninguna otra, exige en torno a ella espacio abierto; el vasto ámbito de las vidas de seres humanos libres. Su poesía no nos remite en principio al complicado laberinto de espejos de la historia literaria, sino a nuestra experiencia humana de amores y agonías. La respuesta que pide no es exégesis erudita o cultísimo guiño de complicidad, sino acción humana en el torrente del tiempo”
   La razón poética de René Char postula una sostenida reflexión sobre las constantes existenciales del sujeto. En su pensamiento apenas se distingue lo biográfico particular; esa anulación del sentimentalismo concede al yo lírico una voz plural en la que se reconocen las peculiaridades de cada ser. Los versos no son el espacio habitable de una única presencia que sondea en la propia intimidad. La palabra busca sitio en el exterior para salir del estrecho cerco de lo cotidiano. La poética insiste en la creación de un ambiente, acumula interpretaciones pensadas y sentidas; la auténtica verdad no se revela, es una aspiración pugnando por liberarse. De ahí, la complejidad de una lectura que no se pliega ante el dictamen de la razón.





lunes, 7 de agosto de 2017

PASEANTES DE NOCHE

caminos de vuelta
Fotografía de
Adela Sánchez Santana

PRESENCIAS OCASIONALES

A tanta gentecilla feroz,
por sus desvelos

. Compensa su fealdad con eficaces mecanismos internos.

. En su estado mental, la inteligencia sería un neologismo.

. Nunca he sabido por qué en su voz la ternura suena a dialecto regional.

.Viste un estar social humilde, salpicado de falsificaciones.

. Con el paso del tiempo, su identidad no se hace más sabia ni más ética,  pero lo compensa con un cinismo voluminoso.

. Ojos estrábicos; solo fija su mirada al frente para ubicar las incompetencias ajenas. 

                                                                     (Apuntes del verano)


domingo, 6 de agosto de 2017

SOL PONIENTE

Mensaje
Fotografía de
Rosa María Hernández 
(Galicia, 2017)

  

E-MAIL


El mensaje conciso,
sin tallo emocional,
sin hojarasca;
sólo el misterio
de la transparencia
y el hilo concesivo
del discurso coherente.
Que el teclado perciba
desnudez, eficacia,
y la respuesta fiel
del mensajero.

   (De Mapa de ruta, Granada, 2009)




         

sábado, 5 de agosto de 2017

PAUL CELAN. MICROLITOS

guijarros
Fotografía de
Pixelbay

MICROLITOS


  Releo Microlitos, aforismos y textos en prosa, de Paul Celan. Es un libro traducido por José Luis Reina Palazón para Trotta Editorial en el que suena fuerte el pensamiento estético de Paul Celan. El ideario se dispersa en microlitos, un concepto nuevo que se añade al estante de la copiosa terminología paremiológica.
  “Microlitos. Mínimos guijarros arrastrados por el cauce existencial que erosiona y disgrega”. Así define el poeta rumano Paul Celan (Chernivstsi, 1920-París, 1970) sus aforismos y breves en prosa, una miscelánea que hace de la fragmentación y lo disperso una reflexión verbal. Es conocido el copioso diálogo que el quehacer intelectual de Paul Celan mantuvo con la filosofía, el psicoanálisis, la tradición religiosa judeocristiana y su acercamiento a distintos ámbitos lingüísticos centroeuropeos. Así forjó una obra singular en la que que tiene un largo recorrido la angustia existencial, el incansable absurdo del devenir diario, la preocupación metalingüística y las paradojas de la comunicación entre el ser y la nada.
   Buena parte de los aforismos recogidos en esta obra son pálidas virutas de taller, frases sueltas que fuera del contexto adquieren un sentido difuso. Aunque de cuando en cuando salte el destello capaz de iluminar un pensamiento.
   Los textos del apartado “prosas narrativas” contienen la ideología espontánea del paseante de lo cotidiano. van y vienen por la contingencia. El segundo apartado, “Emboscadas” aporta como tema principal la metapoesía. Quien escribe camina por la razón de ser de la escritura pero no como problema conceptual sino como actitud diaria que se entreteje con la letras escrita de los días. De ese estar que despliega en el trayecto existencial el caminar fugaz de las palabras tratan los poemas de “palabras nuestras”. Sonidos claros que se abre a la realidad o dan voz a los sueños, secreta música en los hilos del tiempo. 




viernes, 4 de agosto de 2017

AUTOBIOGRAFÍA

Renglones del yo
Fotografía de
Rosa María Hernández


AUTOBIOGRAFÍA

También soy yo
por la fidelidad  a mis contradicciones,
por permitir gozoso,
cuando las plazoletas solitarias
reivindican el silencio y la sombra,
que un recuerdo me asalte en el espejo
como un rastro de luz, leve, intangible,
e inicie una liturgia
con frecuencia de rito
de nombres, fechas, gestos
y túmulos de sueños
nadando alborozados en el mar
de una cronología sospechosa.

Tanta dulce mentira esconde a otro.

    (De Pulsaciones, Takara Editorial, Sevilla, 2017)




jueves, 3 de agosto de 2017

ELOGIO DEL HAIKU

El tercer árbol
Fotografía de
Javier Cabañero

ELOGIO DEL HAIKU

   Debo mis primeras lecturas de haikus al poeta lucentino Manuel Lara Cantizani. Con él aprendí a caminar por esta forma poética de aparente sencillez y severa pauta métrica, cuyo origen se remonta al siglo XVI, aunque es previsible que existieran precedentes en el cauce oral de la literatura japonesa. Con Fernando Rodríguez Izquierdo, el estudioso más perseverante, fui sondeando la contingencia temporal de la estrofa y su evolución en las voces mayores del haiku, Matsuo Bashoo, Yosa Busson e Issa Kobayhashi.
   Otro poeta, Josep Maria Rodríguez me escribió una afectuosa misiva para pedirme haikus de mi autoría para una antología de contemporáneos; no puede corresponder a su empeño por falta de material en aquel momento, pero su petición soliviantó mi taller de escritura y solo un par de años después el editor Francisco Peralto, en su imprenta malagueña, me dejó en las manos Nubes, una breve compilación de haikus.
  Este blog ha reanimado mi práctica del esquema versal, a la vez que se van acumulando lecturas clásicas y de contemporáneos, estudios ensayísticos y antologías, pues de todos es conocida la fertilidad que define a las últimas hornadas.
  Mi inclinación afectiva hacia esta forma lírica se cimenta en su brevedad que asegura una intensidad gozosa, en su pupila abierta para cobijar argumentos, mucho más allá de su supuesta condición de lírica estacional, en su aparente carencia de artificio retórico y en la sensación de chispazo inmediato.
Así que es previsible que estas líneas que elogian la estrofa no sean más que un síntoma temprano de otros haikus, el crecimiento inadvertido en el paisaje de un tercer árbol.  Esperemos.





miércoles, 2 de agosto de 2017

Revista ÍNSULA 847-848 (Julio-Agosto 2017)



Insula  847-848
(Revista de Letras y Ciencias Humanas)
Julio-Agosto 2017
Edita:
ESPASA LIBROS S. L. U.
Editora
Arantxa Gómez Sancho

MISCELÁNEA DE VERANO 
 
   Anima el pulso cultural del verano la habitual entrega miscelánea de la revista Ínsula. Sus intereses exploran como asuntos el breve epistolario entre Jaime Gil de Biedma y el hispanista y crítico literario Dario Puccini, fallecido en 1997. Laureano Bonet  analiza ocho misivas donde se resaltan como afanes comunes la admiración por Antonio Machado y el pensamiento ideológico del poeta, nítido defensor del legado cultural republicano. No faltan los ejercicios de taller en torno a poemas inacabados o reflexiones con respuestas en torno a la traducción. Bonet acierta al fijar el contexto afectivo del epistolario y las coordenadas temporales. No ha decaído la valoración de Manuel Vázquez Montalbán, autor bifurcado en géneros como la novela, el ensayo y la poesía. Sergio García García recorre el tramo inaugural de su senda lírica y busca el primer plano de Ars amandi, un poemario que Vázquez Moltalbán definió como “un texto entre el surrealismo y la entristecida experiencia del joven poeta y marido seriamente encarcelado”. Con esas claves, los poemas sustentan una continuada reflexión acerca de la naturaleza del erotismo sobre el ser subjetivo. Como Félix Grande o Diego Jesús Jiménez, Antonio Hernández pertenece al peldaño generacional que enlaza el grupo del 50 con los novísimos. El poeta de Arcos es autor de Nueva York después de muerto (Calambur, 2013) con el que consiguió el Premio de la Crítica y el Premio Nacional de Poesía. De su sintaxis emocional y del tejido intertextual se ocupa la mirada crítica de Juan José Lanz quien caracteriza esta voz como una poesía cordial, entrañada e histórica, de profunda raíz temporal. La poesía de Josep Maria Rodríguez abre otra vía crítica firmada por José Antonio Llera. En ella se traza el itinerario creador y su concepto de la poesía como elipsis y sugerencia frente al figurativismo de la experiencia. Por ello, dando la razón a Luis Antonio de Villena, Rodríguez personifica la ruptura interior del trazado figurativo y realista hacia una voz más órfica, impregnada de la esencia despojada del orientalismo. No en vano el autor ha realizado antologías sobre el haiku y ha firmado el ensayo Hana o la flor del cerezo. Un tema más metapoético, el análisis de la écfrasis en la autobiografía conforma la aportación de Fernando Romera. Pero una de las presencias centrales de esta miscelánea es Fernando Aramburu. El novelista ha revolucionado la aportación ficcional del momento con su novela Patria, hito de madurez que ha logrado una insólita aceptación popular con su sólida reconstrucción de los años de plomo en Euskadi. Autor de nueve novelas, tres libros de relatos, una  antología de poemas y varias traducciones del alemán, Aramburu muestra en su obra una unidad esencial que aglutina los aportes de Juan Manuel Díaz de Guereñu, Fernando Larraz, Javier Sánchez Zapatero y Juan Martínez de las Rivas quien realiza una extensa entrevista al narrador. Andrés Neuman rastrea rasgos en el libro Un país llamado cuento de Fernando Valls, uno de los mejores conocedores de la narrativa breve, y Miguel de Lucas visiona el libro El monarca de las sombras de Javier Cercas. La indudable salud literaria del diario íntimo define las miradas críticas que cierran este número, a cargo de Ana Gallego, sobre Ricardo Piglia, José Luis Morante sobre las páginas autobiográficas de Jaime Gil de Biedma y Antonio A. Gómez Yebra, que sondea el volumen Diarios 2012-2013 de Hilario Barrero, quien muestra la cotidianidad en su entorno urbano de Brooklyn .El colofón crítico lo firma Vicente Luis Mora con la lectura crítica del poemario No estábamos allí, de Jordi Doce.  Como epílogo de esta entrega el poema “Razones del ausente” de Darío Jaramillo Agudelo. Hasta aquí el desglose de contenidos del número doble estival de cuya cubierta es responsable Chema Castelo, cuya inquietud explora artes visuales como la fotografía y el diseño. Su largo recorrido aglutina ediciones de varios libros de artista y la participación en exposiciones que han merecido distinciones y reconocimientos. No voy a insistir en la posición central de Ínsula en el debate cultural de las últimas décadas. Solo quiero resaltar –es de justicia- el hilo de continuidad en el tiempo y el afán por reflejar desde la heterogeneidad de sus páginas el tronco firme de la literatura contemporánea. Así que solo queda  seguir en el camino con el mismo afán, con idéntico acierto.