martes, 24 de abril de 2018

CHATARRA

Manierismos
(cementerio de coches de Chatillon, Paris)
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CHATARRA


Buscamos en la lejanía causas
 que suelen estar muy cerca,
 en nosotros mismos.
                                                                                                                                                                                    LICHTENBERG

  
El pesimista es tan clarividente que anticipa el fracaso


Cada trayecto se refugia en la lectura minuciosa de un viejo periódico. Disimula su capacidad de observación. Conoce la fisonomía de todos los fantasmas que viajan en los vagones vacíos.


Su idoneidad como corrector quedó demostrada cuando encontró varias faltas de ortografía en un poema de Juan Ramón Jiménez.


El egoísta hace del yo apócope de nosotros.


Las ideas ajenas sobre la conciencia de un sujeto dependen de las  palabras; la opinión del yo sobre sí mismo depende de los hechos y del triste oficio de la ocultación.


Utiliza argumentos que recuerdan carnavales de pólvora.


Cómplice del futuro.


Tiene una memoria prodigiosa, capaz de hacer real una mentira.


Los que mienten consiguen interpretaciones magistrales.


En el trasfondo del azar dormita un orden secreto, una simetría que pauta planteamiento, nudo y desenlace.

La autobiografía convierte a otro en protagonista.


Hay escritores que en cada libro se definen como palabreros aficionados.


El delito de los que perpetran décimas cortas es el de malversación de formas.


Los minimalistas dogmáticos pueden confundir el haiku con un cantar de gesta.


No quiere que nadie se dé cuenta de sus peticiones de auxilio.


Los cementerios de coches abusan del retorcimiento manierista.


Me dispongo a escuchar. El ruido de las palabras hilvana preguntas que confirman la falta de respuestas. Después habla el silencio y hay una extraña sensación inmóvil.


Los andenes ferroviarios son espacios ambiguos e imprevisibles en los que se respira la quietud de la ausencia; nadie sabe quién se va o quién se queda.

(Del libro Mejores días, Mérida, 2009)



2 comentarios:

  1. Libro que tengo tuyo dedicado y señalados a lápiz los aforismos que más me gustan. Un lujazo.
    Un abrazo José Luis!

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    Respuestas
    1. Hola Sandra, feliz atardecida, aquí somos páginas abiertas todavía, aunque ya el cansancio invita a dejar en silencio este deambular por las palabras. Estás. Un fuerte abrazo.

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